La Comunidad de Madrid no montará la obra que Cela escribió por 100 millones de pesetas

Camilo José Cela escribió el pasado otoño su tercera obra teatral, por encargo de la Comunidad de Madrid, para que su estreno formara parte de los actos del 98. Nadie habló de honorarios y el premio Nobel solicitó 100 millones de pesetas una vez escrito el texto. Dado que el Gobierno regional no quiso asumir ese gasto, el consejero de Educación y Cultura, Gustavo Villapalos, buscó financiación privada y logró que el Banco de Santander pagara al escritor. Pero el problema no se acabó ahí, ya que ahora el productor Paco Marsó ha presupuestado en 200 millones de pesetas la puesta en escena. Villapalos fue rotundo ayer: "La Comunidad no los va a pagar, ni creo que los pague nadie".

"De hacer este montaje, tendría que ser con un presupuesto razonable, pero en ningún momento estamos dispuestos a pagar lo solicitado", señala Villapalos. El consejero tiene previsto hablar con José Carlos Plaza, al que se le ha encargado la dirección del montaje, para que el productor Paco Marsó maneje otra cifra que la Comunidad pueda asumir.Hoy por hoy, Villapalos tiene claro que tal y como están las cosas el montaje no se puede realizar, "Los actores y todo lo presupuestado son de primera, pero nosotros sólo podríamos asumir algo más humilde", dice el consejero, quien ya se llevó otro susto el pasado mes de noviembre, al comunicar Cela sus honorarios por la obra.

Cuando el año pasado la Comunidad de Madrid, a través de su presidente, Alberto Ruiz-Gallardón, y el consejero de Educación y Cultura, Gustavo Villapalos, encargó a Cela que escribiera una obra de teatro para conmemorar el 98, nadie sospechó que el premio Nobel se descolgaría con esos emolumentos por escribir su Homenaje a El Bosco, segunda parte, extracción de la piedra de la locura, o El inventor del garrote.

Compromiso de pago

Fue una sorpresa, pero no se le había preguntado cuánto cobraría, por lo que el propio Villapalos trató de resolver lo que consideraba una delicada situación. En diciembre del pasado año, Villapalos declaró a este periódico que existía un patrocinador dispuesto a pagar esos 100 millones, que servirían para cubrir los honorarios del autor y el montaje, mientras que el Gobierno regional asumiría el coste del teatro en el que se montaría la obra, cuyo estreno está previsto para octubre de este año. Sin embargo, un portavoz del Banco de Santander confirmó ayer el compromiso de pago de los 100 millones únicamente al escritor. Villapalos supone que ahora, en el presupuesto presentado por Paco Marsó de 200 millones de pesetas para el montaje, están incluidos los honorarios de Cristóbal Halffter, al que se le ha encargado la música. En un momento dado, Cela planteó que este compositor escribiera una ópera con su obra, lo que fue desestimado dada la larga duración del texto -seis horas- El escritor mostró incluso interés porque la obra se estrenara en el Teatro Real. En las últimas semanas, la Comunidad negoció con el Teatro de la Zarzuela representar la obra en este coliseo, ante la imposibilidad de contar con el Albéniz, propiedad del Gobierno regional pero que tiene comprometida toda la programación de este año.Homenaje a El Bosco... está basada en varios personajes de la generación del 98 y en ella aparecen ángeles, demonios y ahorcados. Estos personajes plantean un recorrido por la historia española desde 1898 hasta el golpe militar de Franco en 1936, pero incluye otras escenas contemporáneas. La obra es la tercera que Cela ha escrito para teatro, género con el que no ha triunfado especialmente con sus piezas María Sabina, escrita en 1967, y El carro de heno o el inventor de la guillotina, de 1969.

Marsó explica que la obra de Cela, que considera excepcional, no puede montarse con pocos recursos: "Tiene 92 actores, entre los que contaríamos con profesionales de la talla de José Luis Gómez, Carmelo Gómez, Ana Belén, Magüi Mira e Imanol Arias, entre otros; están previstos 300 trajes, pantallas gigantes, una orquesta en directo, se reproducen cataclismos, suben y bajan ángeles, desaparecen las cosas y las personas..." Y añade: "No se pueden hacer cosas maravillosas, de calidad, como en Broadway, con poco dinero, porque si no queda cutre. O se hace así o no se hace".

Marsó también considera que la obra no debería representarse 10 días, sino un mínimo de cuatro semanas: "Es un disparate ensayar 50 días para que luego no pueda disfrutarlo el público", señaló ayer el productor.