Santiago Segura barre en las taquillas

Es un torrente de hacer dinero. El director Santiago Segura ha rebasado todas las marcas de taquillaje del cine español. En 10 días, su primer largometraje, Torrente, el brazo tonto de la ley, a recaudado 380 millones de pesetas. Todo un récord para un filme que superó el número de espectadores en el segundo fin de semana al de su estreno. Santiago Segura, que achaca a la risa el éxito de su filme, está tan emocionado que ya se quiere retirar. "De aquí en adelante sólo me queda el fracaso"

Torrente, el brazo tonto de la ley se estrenó el viernes 13 de marzo. Ese fin de semana, con 126 copias, recaudó 133 millones de pesetas. Cifra que fue superada al siguiente fin de semana, en el que consiguió 142 millones. Algo insólito, que sólo ha conseguido en España en el último año la película británica Full Monty. Lo normal es que, sin aumentar el número de copias,las películas quemen sus princiales cartuchos en el primer fin e semana.Comparando con tres éxitos españoles recientes, Torrente... a roto esquemas. Carne trémula, de Pedro Almodóvar, consiguió en los primeros 10 días de proyección 294 millones de, pesetas; Perdita Durango, de Alex de la Iglesia, 216 millones, y Abre los ojos, de Alejandro Amenábar, 278 millones. De seguir a este ritmo, la comedia de Segura se puede convertir en todo un fenómeno social.

Ahora, el director está pagando la paliza que se ha dado para promocionar su filme. "Estoy machacado", aseguró ayer Segura, que por padecer padece hasta ataques de asma. Con la camiseta de Torrente desde hace un mes -"tengo cinco, y me las he ido cambiando; yo no soy un guarro como Torrente"-, Santiago Segura ha recorrido media España y todas las cadenas y programas de televisión en una promoción agotadora, en la que se ha dejado hasta tirar cuchillos. Todo por Torrente...

"Me he dado cuenta de que la gente es como yo esperaba, que valora mucho la risa", dice el director, que ha espiado un par de veces la salida de los espectadores de Torrente... para ver la reacción del público. "Estoy conmovido. Hasta la crítica ha sido extraordinaria y unánime. Estaba aterrorizado, porque soy muy sensible, y si me hubieran llamado torpe o idiota me hubiera deprimido mucho. No sé si mandarles un jamón, pero, a lo, mejor, lo interpretan mal", ironiza Segura.