Virgen y célibe

Carlos Martínez, el ex arquitecto municipal, presentó su primera denuncia contra Domingo González ante la Consejería canaria de Política Territorial, dirigida por María Eugenia Márquez, compañera del PP. El senador arremetió contra ella y la tildó de incompetente. Márquez responde: «No se le puede hacer caso porque (esas palabras) vienen de un misógino». Y es que el alcalde de La Oliva tiene un largo historial machista. Recientemente, dijo a un diario local: «Me parece vejatorio que se celebre el Día de la Mujer Trabajadora y que se la represente en los folletos con una teta para abajo y otra para arriba». Ésta fue su reflexión ante el tríptico editado por el Cabildo majorero que ilustró una pintora de la isla.

Pero su declaración más sonada fue en 1990, cuando militaba en el CDS. Así se dirigió a la socialista Olivia Estévez: «No ha nacido macho que me tumbe de la alcaldía (...). Esa hazaña sólo la puede hacer una hembra virgen y sin desfondar». Varias asociaciones de mujeres y Cristina Almeida, entonces diputada de IU, pidieron a Adolfo Suárez, el presidente del CDS, que le destituyera. González respondió a la carta de protesta de Almeida -insultante, según él- diciéndole que, «si todas las mujeres fueran como ella, él sería virgen y célibe».