Luis Feito considera la pintura "una necesidad totalmente profunda"

Madrid, París , Montreal, Nueva York, Madrid. Como en uno de sus cuadros geométricos, el pintor Luis Feito, de 68 años, hizo ayer un recorrido vital y artístico como discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. "La pintura es una necesidad totalmente profunda", declaró antes de subir a la tribuna. El pintor y académico Gustavo Torner dijo en su contestación que Feito es "uno de los artistas más cosmopolitas de nuestro país".

Luis Feito entra en la Academia tras un exilio cultural de 40 años. Piensa que la institución ha cambiado mucho desde los años cincuenta y sesenta -en 1950 subió las mismas escaleras para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando-, con la incorporación de artistas, músicos y arquitectos que. el pintor respeta y admira. Tras conocer a la casa por dentro, quiere ayudar a una de sus funciones: "alertar sobre las barbaridades en torno al patrimonio".El pintor leyó durante media hora el discurso titulado Notas sobre un ítínerarío, y entregó, como es norma, un cuadro para las salas del museo que, como es su costumbre, no lleva título y se identifica como Número 1763. "No quería hacer un discurso con pretensiones literarias ni de erudición, que no es lo mío. Hablo por encima dé lo que fueron mis comienzos y la continuación de mi trabajo, a base de picar. en ciertas ideas.No separo la vida personal y profesional; mi vida es la profesión, es un todo".

El itinerario comienza. en Madrid, con su nacimiento y estudios, París en 1956 con una beca del Gobierno francés, Montreal en 1981, y dos años más tarde en Nueva York, donde reside hasta hace tres años que vuelve a Madrid. Es uno de los fundadores del grupo El Paso (1957-1960), junto a Saura, Rivera, Canogar, Millares y otros - "El Paso era un gesto, un golpe, limitado en el tiempo para no convertirse en una institución". "Es un exilio, voluntario con todas las consecuencias, ya que sólo son agradables los que son dorados. Para mí ha sido enormemente positivo y era consciente de- que no podía dominar este oficio sin las experiencias del exilio, fundamental para quitarse el pelo de la dehesa, cuando las fronteras son absurdas".

Alejamiento

Una consecuencia de su alejamiento es la menor presencia de su obra en exposiciones y museos. "Soy consciente que en este país no se conoce mi obra y lo veo todos los días, aunque no . lo cambio por la vida que he llevado. Lo importante era vivir experiencias, porque de ellas se nutre mi trabajo".Un breve periodo figurativo, da paso a la abstracción a medíados de los cincuenta, con etapas de pintura matérica, motivos circulares, rojos, cuadros blancos y las actuales geometrías inventadas. "Mi formación es y tenía que ser tradicional, para aprender el oficio y asimilar la historia del arte., Cuando decidí que el sujeto es un pretexto y se podía prescindiri de él para tener la máxima libertad de expresión me dedi qué a los elementos puros y propios- de la pintura. Desde entonces no he tenido ninguna tentación de servirme de la figuración". Feíto dice que ha seguido una evolución lógica y consecuente", donde el camino está marcado por el propio trabajo. "El trabajo me da la pauta para el cuadro siguiente, como en una secuencia continua donde se suceden las etapas sin saltos. La pintura es una necesidad totalmente profunda, y el cambio viene por sus necesidades. La pintura evoluciona con tu personalidad y lo difícil es materializar, es el problema de la creación. En los 50 años de trabajo han dominado las creencias profundas y no me interesa saber dónde voy hoy mismo; en ese caso haría una fabricación y no descubrir y crear cosas".

El nuevo académico afirma que la reación artística es una pasión y como pasión s irracional, que te lleva con una fascinación enorme a descubrir cosas insensatas". "Entras en la pintura como entras en religión, con una fe y una pasión que lleva a una entrega absoluta. Pintar es una manera de ser, de ver los hechos y acontecimientos. El trabajo es la última etapa de la creación, la materialización de lo que has absorbido en la vida".

Frente a "una época del espectáculo y competencia absurda, Feito insiste en el verdadero trabajo de creación y en la posibilidad de su dimensión colectiva. "El trabajo del artista es muy personal, con tendencia al aislamiento, ya que tienes que tener un silencio para ir más lejos hacia el interior. A pesar del individualismo que existe en el artista es posible ese contacto colectivo; una prueba es la Academia, en un trabajo con los demás artistas".

Arte primitivo

En su discurso de ayer se refirió también a estos aspectos, junto a la influencia del arte africano y del zen. "Toda creación precisa nutrirse de la experiencia y de la sabiduría adquirida por los que recorrieron el camino antes que nosotros.La condición humana necesita un ámbito temporal para transformarse y mejorarse, y esa presencia de lo anterior es olvidada en perjuicio suyo por aquellos que consideran que la validez de la obra depende exclusivamente de la ruptura con la sabiduría del pasado".Gustavo Torner, en su: respuesta, tras señalar que Feito es " parco en el hablar y contrario al axhibicionismo artístico", dijo que su trayectoria se basa en un profundo respeto a la tradición," no como un criterio de conservación, de cualquier cosa, sino como un depósito de la sabiduría y el buen hacer de todas las generaciones pasadas, para lanzarse a la búsqueda del arte más absoluto, apoyándose también en los hallazgos de otras civilizaciones, unas de Oriente y otras mal llamadas primitivas, sean de África, Oceanía o América".