Bruselas aplaza a octubre la gran batalla de los ingresos
El marco presupuestario de Jacques Santer está cojo. Las subvenciones agrícolas, los gastos estructurales y otros menores (políticas internas, acción exterior y administración) sólo conforman la pata de los gastos. La de la estructura y reparto de los ingresos con que hacer frente a aquéllos en el paquete presupuestario plurianual se ha aplazado deliberadamente al mes de octubre. Es decir, a después de las elecciones alemanas.Sólo se ha confirmado que los recursos nunca sobrepasarán el techo del 1,27% del producto interior bruto (PIB) comunitario, el mismo techo máximo -jamás utilizado en su totalidad- que Jacques Delors logró en 1992 para su segundo marco presupuestario, en la cumbre de Edimburgo.
Los contribuyentes como Alemania deberían aplaudir que no se les pida más derramas. Que baste un poco de ahorro en la política estructural y un crecimiento del PIB del 2,5% para mantener las políticas de la Unión y abordar al mismo tiempo las primeras fases de la ampliación, algo que España pone seriamente en duda por considerarlo el milagro de los panes y los peces: que ni siquiera se pretenda agotar el 1,27%, sino al contrario, descender del 1,24% del año 2000 hasta el 1,13% en el 2006.
Contribuyentes netos
Pero los países ricos y contribuyentes netos no están satisfechos. Alemania, Italia, Holanda y Reino Unido están fraguando un frente para reducir sus contribuciones al presupuesto común. En parte, lo logran acotando el gasto de los pobres, aunque quizás querrán reducirlo más. Pero quieren también retocar el ingreso. Para ello pretenden incrementar el ingreso de otros ricos, como Francia o Dinamarca, cuyo saldo neto es mayor.Ayer mismo, el ministro de Finanzas alemán, el duro Theo Waigel, les decía en Dinamarca a sus colegas escandinavos del Consejo Nórdico que "Europa debe meter el hocico en la arena" de las contribuciones. Si ésto no se hace pronto, "el error habrá que corregirlo el año próximo", bajo presidencia alemana, advirtió. Y el holandés Gerrit Zalm ya ha anunciado que pretende generalizar el sistema separatista del cheque británico.
El presupuesto plurianual es modesto y continuista en el gasto. Como se aprecia en el cuadro adjunto, el peso de lo agrícola sigue primando sobre lo estructural, a diferencia del marco presupuestario Delors-2, que logró acercarlos, al duplicar los Fondos estructurales. Pero el digerible statu quo amenaza con convertirse en indigesta regresión si se le propina también una tajada a los ingresos.
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