Collado Villalba propone matar la procesionaria con pegamento

El Ayuntamiento de Collado Villalba (36.700 habitantes) difundió ayer varios consejos caseros para paliar la plaga de procesionaria que se extiende por la totalidad de los montes de la región. El consistorio, que ha sacado estos consejos de una publicación de la Consejería de Medio Ambiente, propone tres sistemas para acabar con las orugas: rodear los pinos con un anillo de plástico para que en su interior caigan las larvas que se desprendan del árbol, colocar un cono a metro y medio del suelo para que en él también se acumulen las larvas, y embadurnar el pino con un pegamento de disecación lenta para que la procesionaria quede presa de esta sustancia. A continuación, debe ser rociada con un insecticida que la mate. Ayer, un portavoz de Medio Ambiente reconoció que estos consejos han sido extraídos de una publicación de la consejería.

El Ayuntamiento de Villalba ha hecho públicas esta medidas después de que numerosos vecinos llamasen asustados por el gran número de bolsones de procesionaria que afectan a sus pinos.

El director general del Medio Natural, José Javier Fernández Santamaría, reconoce que Madrid sufre la mayor plaga de procesionaria "de los diez o doce últimos años" (véase EL PAÍS de ayer). Fernández Santamaría recordó que la Comunidad ha fumigado y tratado 27.000 de las 400.000 hectáreas arboladas de la región. De éstas, 300.000 están en manos privadas, y la Comunidad no puede obligar a sus propietarios a tratar los árboles. "Nosotros hemos actuado sobre todo en las zonas recreativas de los bosques, con el fin de evitar los efectos urticantes de las orugas", dijo.

Por su parte, el Ayuntamiento de Collado Villalba explicó ayer que los meses propicios para combatir la procesionaria son los que van de septiembre a enero, cuando aún los bolsones no han sido rotos por las larvas. Por ello, recuerda a los vecinos que deben estar atentos en otoño para aplicar la fumigación.