Las grandes potencias proponen a Felipe González que encabece una misión en Kosovo
Los organismos internacionales pusieron ayer sus armas diplomáticas en marcha para sofocar la llama de violencia prendida en Kosovo. El Grupo de Contacto, que vela por el mantenimiento de la paz en la ex Yugoslavia y que está formado por EE UU, Rusia, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, impuso ayer en su reunión de emergencia en Londres duras sanciones económicas al Gobierno yugoslavo y apoyó una misión mediadora de Felipe González. La OTAN aceptó una reunión sobre el conflicto, que había solicitado Albania.
El Grupo de Contacto dio al presidente yugoslavo, Slobodan Miloseviec, un plazo de 10 días para que repliegue sus fuerzas desplegadas en Kosovo y para que se comprometa a un diálogo de paz. Éste debe incluir la restauración de la autonomía de Kosovo. Tras condenar la sangrienta represión que están sufriendo los albaneses de esta provincia (el 90% de su población), los ministros de Exteriores del Grupo invitaron a González a emprender una misión mediadora.González, que actuará en nombre de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE), se encontraba ayer en México cuando trascendió la invitación a una nueva misión mediadora. El ex presidente español condicionó su respuesta a que Slobodan Milosevic acepte su mediación. González, que asiste en la Ciudad de México al Foro de la Unión Europea en México, evitó mayores precisiones. "Ha habido una reunión en Londres del Grupo de Contacto que está siguiendo la crisis de Yugoslavia y ha propuesto hoy formalmente una misión". A continuación añadió: "Como me preguntan permanentemente si acepto o no acepto una misión siempre tengo que responder que el problema no está en la aceptación mía o de cualquier otro enviado, el problema está en la aceptación por parte de las autoridades yugoslavas. Si no hay aceptación por parte de las autoridades yugoslavas, simplemente no hay misión".
Perseguido por la prensa por los pasillos del hotel donde se celebra el foro, el ex presidente español dijo: "Me cuesta mucho trabajo pronunciarme por una elemental prudencia, por estar un poco en el ojo del huracán. Creo que lo más prudente es mantenerse en la discreción".
Mandato nuevo
Los ministros de Exteriores del Grupo de Contacto señalaron que, en su calidad de representante personal de la presidencia de la OSCE para la República Federal Yugoslava, González tendrá un mandato "nuevo y específico para enfrentar los problemas en Kosovo". González acudió a Belgrado en su primera misión ante Slobodan Milosevic en diciembre de 1996, tras un fraude electoral que sacó a la calle a decenas de miles de jóvenes.El mensaje de las potencias occidentales aprobado ayer en Lancaster House fue inequívoco: o Belgrado para su asalto policial contra la población de Kosovo o se arriesga a sufrir las mismas sanciones impuestas durante la guerra en Bosnia y Croacia a comienzos de esta década. Esta vez, la amenaza de congelar fondos yugoslavos y serbios en el exterior ha sido bastante clara. Analistas políticos creen que puede influir en la futura conducta del presidente Slobodan Milosevic.
Madeleine Albright, la secretaria de Estado norteamericana, subrayó la urgencia de las medidas señalando que la comunidad internacional no tiene otra alternativa que endurecer su postura a fin de evitar una repetición de la calamitosa actitud dubitativa al comienzo de los conflictos nacionalistas en 1991. "Todas las opciones permanecen abiertas", dijo repitiendo lo que ya se ha convertido en un axioma de la diplomacia estadounidense.
Las conclusiones de la reunión de emergencia celebrada ayer en Londres no fueron compartidas por Moscú, aliado tradicional de los serbios. El disenso ruso fue explicado por el viceministro Nikolai Afanasievski. Un enfoque menos hostil puede dar mejores resultados para desactivar la crisis, dijo, ya que Moscú tiene más experiencia en conflictos étnicos y separatistas que las potencias occidentales. "Creemos que tenemos mayor ventaja ya que hemos vivido situaciones similares", señaló.
Por otra parte, en Bruselas, el Consejo Atlántico de la OTAN aceptó una reunión urgente con Albania, que Tirana había solicitado el viernes y que se celebrará mañana. Se trata de una reunión para realizar consultas a la que tienen derecho los miembros de la Asociación por la Paz (APP) cuando temen que un brote cercano de inestabilidad les perjudique. La APP, a diferencia de la OTAN, no consagra una obligación de defensa militar mutua, pero sí establece ese mecanismo de consultas y cooperación.
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