Pujol alecciona a su partido a prepararse por si el PP obtiene la mayoría absoluta

El presidente de la Generalitat y de Convèrgencia Democrática, Jordi Pujol, aleccionó ayer a su partido para que se refuerce por si la coalición CiU pierde en un próximo futuro el papel decisivo que ha tenido desde 1993 en la política española. Pujol se refería a la posibilidad de que en unas próximas elecciones el PP alcance una mayoría suficiente para gobernar sin aliados, y CiU se vea en la necesidad de retirarse "a los cuarteles de invierno", es decir, a la política catalana.

La tercera escuela de invierno que Convergència ha celebrado este fin de semana en Montbrió del Camp (Tarragona) estaba destinada a la formación de los cuadros del partido. Y ayer su presidente quiso aleccionarles para afrontar periodos políticos adversos.

Hace dos meses Pujol ya declaró que no le daba miedo una mayoría absoluta del PP, porque en el pasado CiU ya se había encontrado con situaciones parecidas, con el PSOE, y le habían servido para fortalecerse en Cataluña. Pujol ganó la mayoría absoluta en el Parlamento autonómico en 1984 y no la perdió hasta 1995, tras colaborar con el Gobierno socialista. Ayer, Pujol volvió a utilizar los mismos argumentos. Conminó a los cuadros de su partido a no desfallecer, les dijo que todo quedaría intacto y que CDC podría obtener hasta provecho de ello.

El líder catalán ejemplificó su teoría con dos hechos del pasado: por una parte, las "ansonadas", sinónimo para Pujol de los ataques frontales a Cataluña, y por otra, los once años de mayoría absoluta del PSOE. En ambos casos, según Jordi Pujol, y pese a tener el viento en contra, Converència y Cataluña salieron reforzadas. Por todo ello, insistió ante los cuadros convergentes en que una pérdida de influencia política de CiU en Madrid no significaría una hecatombe para el partido y la coalición: "No tengáis miedo, ya estamos acostumbrados a retirarnos a los cuarteles de invierno y nunca ha pasado nada", afirmó.

Navarro y Oliveró

Pujol, por otra parte, defendió la decisión de las autoridades penitenciarias de la Generalitat de conceder el tercer grado a Carlos Navarro y Lluís Oliveró, condenados por el caso Filesa. Recomendó al PP, que ha criticado esta medida, que se calle, y a los socialistas, que otra vez sean más coherentes, pues hace pocas semanas habían criticado una medida similar adoptada en favor del industrial Josep Puigneró, condenado por delito ecológico."El PSC", dijo Pujol, "lo que debe hacer es callar; y el PP, ya que calló hace tres o cuatro meses [cuando se dictó la sentencia de Filesa], lo que debe hacer es callar ahora. Todo el mundo valora las cosas según sus intereses y esto no es serio. El PSC encuentra muy buena una cosa que hace un mes creyó que estaba mal hecha. El PP encuentra muy mal una cosa que se produjo hace un mes. Una cosa es buena o mala según les convenga. Esto no es serio".