Los teléfonos modernos delatan siempre el número de quien llama

"Hola, Fulano" / ¿Y cómo sabes que soy yo, si no he hablado?" / "Porque veo tu número". El usuario que llama a un teléfono de conexión digital RDSI (Red Digital de Servicios Integrados) no tiene anonimato, porque su número queda reflejado en el visor receptor. Igual pasa si se llama a un teléfono móvil. Telefónica, MoviStar, MoviLine y Airtel afirman que esa identidad puede ocultarse: la última compañía cobra por hacerlo. Pero el departamento de ventas de Telefónica, en su correspondencia con la clientela, niega tal posibilidad.

"Hay dos métodos gratuitos para preservar la identidad de quien llama", explican en Telefónica. "O activando determinadas teclas, que aparecen en las instrucciones que el fabricante del teléfono proporciona al usuario, o bien, al rellenar la solicitud de un acceso básico RDSI, darse de alta en el apartado de restricción de la identidad propia para todas las llamadas".Pero a otros ciudadanos que preguntan a Telefónica cómo ocultar su teléfono a una centralita RDSI, se les contesta que no es posible, tanto en el número de atención al usuario 004 como en carta oficial. "En respuesta a su escrito", dice por ejemplo el fax del Jefe de Ventas de Telefónica recibido por un reclamante, "he de comunicarle que su línea telefónica no dispone actualmente de la facilidad de restricción de la identificación del número llamante". Y añade: "No obstante, en fechas próximas [el fax fue emitido a principios de febrero y recibido a últimos] se van a comercializar los servicios denominados Presentanciónl Restricción del Usuario Llamante, que permitirá [sic] a nuestros clientes elegir la opción que más le [sic] convenga en cada momento". El fax habla de "comercializar" y no de gratuidad.

En cambio el servicio Pymes de Telefónica afirma que, si se pide por fax, "se le da la facilidad de que desaparezca la presentación del número desde el que se llama". ¿Y el usuario puede escoger qué llamadas quiere hacer anónimamente y cuáles no? "Depende del fabricante".

En el departamento de móviles de Telefónica, a consultas de este periódico respondieron: "No se puede interrumpir el envío del número de móvil a móvil; se podrá más adelante, no ahora". Pero fuentes de MoviStar y de MoviLine, compañías de Telefónica, aseguran que si un usuario quiere quedar oculto puede solicitarlo y se le dará gratis esa facilidad. Según técnicos independientes, MoviLine, que es de tecnología analógica, sólo podría impedir la salida del, número. Airtel informa de que el usuario deberá pagar 300 pesetas al mes si quiere el anonimato.

Las quejas de los usuarios convergen en la sospecha de que muchas empresas estén haciendo un listado de teléfonos atrapados en las RDSI para constituir un banco de datos que les sea mercantilmente útil. Si se pone un cebo publicitario eficaz, la gente llama para interesarse, y su número queda reflejado. "Ya no me fío de las ofertas para llamar a teléfonos 900, 901, 902, 906...", dice un ciudadano.

"Descubrí de rebote que mi número era visible", cuenta un usuario. "Me quisieron hacer una encuesta por teléfono para una empresa y me negué. Luego llamé a esa empresa para protestar, y me dijeron que ellos no habían llamado, que sería algún pirata. Me resigné. Pero, a la hora, me llama un alto cargo de la empresa, para averiguar quién los suplanta. Entonces caigo en la cuenta de que al protestar no les he dado nombre ni teléfono. "Es que su número aparece en nuestra RDSI", me aclara. O sea, que si llamo a una RDSI estoy fichado".

"Estamos acostumbrados a pechar con decisiones técnicas como ésta de las RDSI", opina otro usuario. "Una muestra es que Telefónica ha decidido cambiar de la tecnología analógica a la digital, sin preocuparse de garantizar la privacidad".