La resistencia de Aznar a que el Rey viaje a Cuba aplaza la designación de embajador en La Habana

El nombramiento de un nuevo embajador en Cuba, anunciado por el ministro Abel Matutes para las próximas semanas, se retrasará meses ante la resistencia del presidente del Gobierno, José María Aznar, y de los sectores del PP contrarios a una rápida normalización diplomática que abriría el camino de una visita del Rey a Cuba este año. Las condiciones -un término que los diplomáticos del palacio de Santa Cruz procuran evitar- que el Gobierno exige a Cuba pueden hacer inviable una normalización a corto plazo, señalaron fuentes diplomáticas. Además, Exteriores se alineó ayer con el PP al replicar públicamente al líder de la oposición, Joaquín Almunia, y negar que existan "discrepancias" entre el ministerio y el grupo popular por la resolución aprobada en el Congreso sobre la matanza de Chiapas, que originó malestar en el Gobierno mexicano.

La reacción del Gobierno a la gira latinoamericana del dirigente socialista y sus entrevistas con el presidente de Cuba, Fidel Castro, y de México, Ernesto Zedillo, pueden generar, indirectamente, un endurecimiento diplomático con ambos países. En el primer caso, y tras la larga entrevista de nueve horas del presidente Castro con la delegación socialista española, el Gobierno ha vuelto a repetir las dos condiciones que exige al Gobierno de La Habana y que se apartan de los usos diplomáticos habituales: que se garantice previamente la libertad de movimientos" del embajador de España en Cuba, algo que se da por supuesto en todos los países con los que tienen relaciones diplomáticas, y que se den garantías de que la isla no es un refugio de etarras.Luis Yáñez, portavoz socialista en la comisión de Asuntos Exteriores, señaló el miércoles que le constaba la filtración del telegrama enviado por el encargado de negocios español en La Habana, Javier Sandomingo, sobre la conversación de nueve horas mantenida por Fidel Castro y Joaquín Almunia, en la que el líder cubano abordó las dos condiciones exigidas por el Gobierno de Madrid. Yáñez señaló que la presentación sesgada de esa conversación por parte de sectores del PP puede utilizarse para justificar el retraso del nombramiento de embajador en Cuba.

El portavoz socialista acusó a sectores del ministerio de actuar a espaldas de Abel Matutes, que mantiene, en su opinión, una actitud más pragmática.

México

Un comentario similar, formulado por Almunia, sobre las diferencias de criterio entre el PP y el Ministerio de Asuntos Exteriores sobre la resolución aprobada el 24 de febrero en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso sobre la matanza de indígenas en el Estado de Chiapas, México, originó ayer la reacción oficial del ministerio, que negó cualquier "discrepancia" con el PP en este asunto.El punto 3 de la resolución, adoptada por unanimidad en la comisión y que Almunia dijo no compartir plenamente, instaba al Gobierno a: "Solicitar al Gobierno mexicano la adopción de medidas que supongan el esclarecimiento de las matanzas y que sus responsables sean juzgados; el cese de las prácticas de intimidación sobre las comunidades indígenas de México y el respeto de sus derechos, el fin de la militarización de los conflictos con los indígenas y a los desplazamientos de estas comunidades, así como su atención humanitaria, a poner fin a las intimidaciones y expulsiones de los cooperantes y observadores internacionales, a reanudar el diálogo con el EZNL, y al desarrollo de los Acuerdos de San Andrés, así como el pleno respeto a los derechos humanos".

La censura del dirigente socialista a este punto de la resolución -tras su entrevista con el presidente Zedillo- le valió fuertes críticas tanto de Izquierda Unida como del Partido Popular. Almunia sabía, sin embargo, el perjuicio que esta resolución podía causar en las siempre delicadas relaciones hispano-mexicanas, por lo que acusó al PP de mantener una postura más intransigente que la de la propia diplomacia española.

El Gobierno mexicano consideró este párrafo como una injerencia en los asuntos internos de México y así se lo hizo saber al Ministerio de Asuntos Exteriores español. El presidente Aznar y la diplomacia española se han esforzado en estos dos últimos años en mejorar las relaciones con México e impulsar un acuerdo de cooperación en la lucha antiterrorista que garantizara que México no fuera un refugio para militantes de ETA.

El portavoz socialista en la Comisión de Exteriores, Luis Yánez, que estuvo ausente en la sesión en la que se votó la resolución de Chiapas -le sustituyó Antonio García Santesmases-, respaldó la iniciativa, aunque respeta la posición de Almunia.