Pla es una bestia
Durante tres días (hoy termina), Albert Pla deja atónito al Salón de Columnas del Círculo de Bellas Artes. Está hora y media él solo en el escenario, pero da la impresión de que pasa por allí una multitud de personajes asilvestrados, sinceros, reales a la par que increíbles.Presenta su polémico álbum Veintegenarios en Alburquerque, seguramente la obra más brutal y más tierna en la historia de la música popular española. En directo es sorprendente y preciso. Con inmenso talento, Pla domina la escena como maestro consumado. Su lírica es desoladora, terrible, inocente, bellísima. Pero Pla consigue que a la gente no se le quite la risa ni un momento. Quien lo vea sin sentido del humor corre peligro de síncope. Algunas canciones, por ejemplo La dejo o no la dejo, están al borde del abismo. Sólo el humor las rescata del arrabal. Lo mismo ocurre con ese angelical sadismo que el artista derrocha; el cinismo redomado; la soledad casi perfecta.
Albert Pla
Albert Pla (guitarra, voz, coreografía, efectos especiales y dirección). Círculo de Bellas Artes. Madrid, 3 de marzo
Interpretó además algunas canciones antiguas, como Carta a los Reyes Magos, Joaquín el necio y esa delirante versión castellana del mejor tema de Lou Reed, Walk on the wild side. El público, entusiasmado. Pla es una bestia.