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LA SENTENCIA DEL 'CASO ROLDÁN'

El PSOE se alegra y exige disculpas al PP

"Nunca terminaremos de saber del todo el daño que Roldán nos ha hecho a los socialistas" dijo ayer la diputada Amparo Rubiales. Esa expresión dolorida se mezcló con dos ideas repetidas hasta la saciedad por todos los dirigentes del PSOE: alegría, porque la condena cumplimenta el compromiso del Gobierno de Felipe González de poner a Roldán a disposición de la justicia, y demanda al PP para que rectifique expresamente las calumnias" que vertió tras la fuga del ex director general de la Guardia Civil. El PP no sólo no rectificó, sino que su portavoz de Justicia, Andrés Ollero, aseguró: "No es con condenas judiciales fundamentalmente como se combate la corrupción, sino con dimisiones políticas".

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Desde La Habana, donde se encuentra en visita oficial, el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, recordó -informa -, -todo el rosario de acusaciones que en su día recibieron del PP en torno al caso Roldán. "Dijeron que no queríamos juzgarlo, que le dejamos escapar, que atentamos contra su vida para que desapareciera, que íbamos a impedir que le juzgaran por todos los delitos. Hoy tienen que pedir excusas sus dirigentes, que tanto nos calumniaron", dijo en tono severo.Estas consideraciones no impidieron que el dirigente socialista se refiriera a la gravedad de los delitos de Roldán, que durante muchos años gozó de la confianza del Gobierno socialista. "Es un ejemplo de lo que nunca debe hacer un responsable político y espero que su conducta y las consecuencias sirvan de vacuna para que nadie vuelva a caer en la tentación de prácticas parecidas", sentenció Almunia.

En Madrid, María Teresa Fernández de la Vega, portavoz de Justicia del grupo socialista y secretaria de Estado de ese departamento cuando se detuvo a Roldán, aseguró que el de ayer era "un día para estar contentos" porque el PSOE ha visto cumplido el compromiso adquirido de poner a Roldán ante los tribunales para que fuese juzgado "por todos y cada uno de los delitos cometidos". Luego, también exigió al PP una rectificación de las "calumnias" proferidas acerca de la supuesta "connivencia" del PSOE en la fuga y captura del ex jefe de la Guardia Civil.

La diputada desgranó el rosario de invectivas que entonces les dirigieron los populares: "Dijeron que lo habíamos dejado escapar. Se nos acusó de connivencia en la desaparición de un presunto delincuente, de que no teníamos voluntad de detenerlo porque era mejor que estuviera lejos". Incluso, prosiguió, "que lo habíamos hecho desaparecer arrojándolo al mar o lo habíamos fulminado con ácido sulfúrico".

Detención negociada

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También se dijo, prosiguió, que estaba "localizado" y que se negociaba "su detención". Después, cuando se le detuvo, añadió, "que la detención estaba pactada para que se le juzgara sólo por determinados delitos y que no se sabía si había sido una detención o una entrega voluntaria".El portavoz socialista en el Congreso, Juan Manuel Eguiagaray, aseguró, en la misma línea, que el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos deberían pedir perdón por las acusaciones lanzadas contra el PSOE.

"Los socialistas", dijo Eguiagaray, 'fuimos los primeros interesados en depurar esas responsabilidades, en perseguirlo hasta Laos, en traerlo y en ponerlo a disposición de la justicia para que se produjera la sentencia que, de acuerdo con nuestras leyes, correspondiera".

"El señor Aznar, el señor Álvarez Cascos y algunos otros de sus compañeros deberían comparecer ante la opinión pública y pedir disculpas por decir que lo habíamos dejado escapar, que estaría en el fondo del mar, que jamás aparecería", concluyó.

La víctima política más inmediata de la fuga de Roldán, el entonces ministro del Interior Antoni Asunción, se mostró "enormemente satisfecho" con la sentencia.

"Todo este asunto me ha marcado mucho", advirtió Asunción; "con la detención de Roldán, comenzó a deshacerse el primero de los conflictos que yo sufrí, es decir las acusaciones de que había pactado con él su huida e incluso que había ordenado que fuera asesinado". Tras su detención, agregó, Roldán continuó calumniándole e injuriándole, lo que le hizo "sufrir nuevamente". Asunción piensa: "Hay más, porque tengo la absoluta convicción de que en todo este asunto de Roldán hay una pieza clave, un cabo suelto, que es Francisco Paesa".

Desde los partidos políticos, las reacciones fueron muy distintas. El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, dijo que espera que el caso Roldán sirva de lección para que se incrementen los controles y en el futuro "no vuelvan a ocurrir cosas como ésta", y subrayó la arrogancia de un poder que creía que porque luchaba contra el terrorismo valía todo y no se podía cuestionar nada, en una especie de defensa numantina de la Guardia Civil".

El coordinador general de IU en Andalucía, Antonio Romero, que fue miembro de la comisión parlamentaria que investigó en su momento a Roldán, aseguró que la sentencia "fortalece al Estado de Derecho y da prestigio al Poder Judicial".

Desde CiU, su portavoz de justicia, Manuel Josep Silva, se limitó a expresar que su grupo acata y respeta el fallo. Su compañero y vicepresidente tercero del Congreso, Josep López de Lerma, que presidió la mencionada comisión, declaró a su vez: "La sentencia confirma nuestras sospechas de que en la actuación de Roldán había indicios racionales de criminalidad. Al tiempo, demuestra que la comisión trabajó bien".

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