800 millones en comisiones
Al cohecho, con el que Luis Roldán consiguió la mayor parte de su fortuna, le dedica la sentencia una de sus partes más relevantes. Según el tribunal, Roldán obtuvo 798.664.667 pesetas, sólo hasta el mes de julio de 1991, en comisiones ilegales pagadas por las constructoras Huarte-Hasa (558.878.588), Cubiertas MZOV (114.357.000), Sierra Comendador (106.288.285), y Aspica (19.140.684). Todas ellas por obras de construcción y reforma de 52 casas cuartel.
El fallo rechaza de plano la versión del condenado, según la cual estas comisiones eran la forma de financiación del PSOE y en la que implicó a Eduardo Gómez Basterra, secretario de Ramón Rubial, del que dijo que coordinaba su cobro para transferirlas luego a Suiza. "Esta versión carece de credibilidad alguna", dice el tribunal. En ese sentido destaca que ese dinero fue a parar exclusivamente a su propio bolsillo y al de su mujer. Y señala que fue empleado en ampliaciones de su sociedad secreta Europe Capital y para adquirir costosas obras de arte.
La cifra obtenida por Roldán fue muy superior a esos 800 millones, pero a partir de la citada fecha cambió el sistema de cobro a los constructores porque la ley obligaba a firmar los talones a partir de determinadas cantidades. Es sólo por ese motivo por el que las mordidas detectadas lo son únicamente hasta 1991.
El fallo pone de relieve la gravedad del cohecho en los funcionarios públicos por "la alarma y desmoralización" que provocan en la ciudadanía. Y a partir de ahí destaca que pese a la dificultad de probar estos casos, los jueces se han encontrado con hechos perfectamente documentados.
"Si bien es cierto que sólo tenía competencia para adjudicar obras hasta 10 millones de pesetas y que a partir de esa cifra la competencia era del secretario de Estado [Rafael Vera] hasta 2.000 millones de pesetas, no lo es menos que era Roldán el que firmaba los contratos, por delegación, limitándose el secretario de Estado a autorizar la contratación directa y a aprobar el gasto con base a la apariencia de legalidad de que estaba revestido el expediente". Y añade que este último jamas se apartó de ese criterio, a excepción del cuartel de Pamplona que pertenecía al plan ZEN.
Servicios inexistentes
El fallo señala que pese a la apariencia de legalidad y transparencia con que se hacían los expedientes de adjudicación de obras, al invitar a tres empresas, Roldán cobraba comisiones ilegales de las elegidas. La mecánica seguida por Huarte para camuflar sus mordidas consistía en disponer de facturas emitidas por sociedades sin actividad alguna, como es el caso de Fox Estudios y Gextex Estudios. Facturas que respondían siempre a servicios inexistentes. En el caso de la constructora Sierra Comendador, las falsas facturas las emitía Banto S.A, otra sociedad tapadera. Las comisiones ilegales llegaban en algunos casos hasta el 5% de la obra obtenida. En ambos casos el porcentaje de las comisiones era siempre exacto. No así en el de Cubiertas MZOV.
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