La inversión pierde el miedo

El mercado de valores español dejó ayer plantados a los analistas y, al igual que hiciera el año anterior, ha permitido que sea el dinero el que marque pautas y límites. Los desmentidos sobre supuestas compras bancarias y la falta de datos concretos sobre las posibles alianzas de Telefónica no han arredrado a los inversores y el Central Hispano subió un 8,02%, el Popular el 5,53% y Telefónica el 2,31%.Al margen de los cantos de sirenas, es evidente que la presión del dinero causa estragos en un mercado tan estrecho como el español. Ayer se, negociaron 185.471 millones de pesetas, otra cifra que debe inscribirse entre las más altas del ejercicio. Entre los operadores se reconocía que buena parte de ese dinero procede del exterior. Parece una apuesta clara en favor de la economía española a medida que se acerca el momento en que se confirme su inclusión en el euro, algo que parecen confirmar los últimos datos de la contabilidad nacional.

Si las expectativas son ahora mejores que nunca, también el riesgo alcanza niveles notables, puesto que el mercado ha descontado con creces el cumplimiento de los objetivos de convergencia y entra ahora en una fase de riesgo puro, que sólo la constante presencia de dinero fresco consigue suavizar.

El mercado de deuda consiguió rehacerse ante la entrada de dinero, del mismo origen que el de la renta variable, y la rentabilidad a 10 años bajó hasta el 5,16%. Las expectativas sobre un descenso de tipos de interés en España eran ayer más altas que las de Alemania, y el diferencial entre ambas deudas descendió hasta 0,21 puntos, el nivel más bajo del año, aunque ya se alcanzó hace unos días.

El empuje de los mercados europeos y de Estados Unidos, todos orientados al alza, sirvieron de aliciente para el tirón del mercado español en los minutos finales de la jornada, tirón que supone una acumulación de ganancias del 21% en sólo 38 sesiones, lo que convierte a esta Bolsa en una de las más rentables de Europa.