La voz que viene del Este
Este gitano de generosa estampa, Vicente Castro Parrita, nació en un pueblo valenciano y vive en Barcelona. Prácticamente toda su carrera la ha hecho en el Este, y de allí nos llega su voz, limpia, agradable, muy hecha a la canción, también limpia y agradable, que cultiva y que le dio el éxito.Al principio de su carrera coqueteó con el cante flamenco, pero cada vez parece alejarse más de esa fuente inicial. Se ha quedado en lo superficial del cante, en lo más ligero. Hoy en sus conciertos suele hacer todavía algún fandanguito, acompañándose él mismo con la guitarra eléctrica, lo que no es muy ortodoxo. Pero gusta y tiene sus fans indiscutibles, sobre todo entre la gente joven de su etnia. Sus canciones, sus baladas, se siguen con fervor y algunas han sido hitos importantes en las listas de ventas.
Parrita en concierto
Madrid, Centro Cultural de la Villa, 24 de febrero.
Es en ellas donde Parrita se siente en su elemento. En Madrid dio un concierto no extenso -duró una hora poco más o menos, y entendemos que una sala poco asistida de público desanime a cualquiera-, con un grupo sólido que le da el ritmo necesario. Quizá varias de sus canciones se parecen demasiado unas a otras, con un soniquete monorrítmico evidente, quizá Parrita no estuvo suficientemente motivado y cantó de manera un tanto mecánica, pero en cualquier caso sus seguidores gozaron de lo lindo y lo manifestaron con alborozo.
La verdad es que en esta faceta de la canción aflamencada Parrita es uno de los que más determinante papel jugó en la instauración de un género que hasta su aparición, y la de unos pocos más de la misma generación, prácticamente no existía. Un género con entidad propia, que se independizó rápidamente de potenciales ligaduras previas.
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