Una semana en blanco
Varias comunidades rechazan las vacaciones de carnaval
Los escolares españoles se encuentran entre los que tienen menos horas lectivas de los países de la Unión Europea, junto con Grecia y Portugal. Los padres de alumnos de colegios públicos y concertados de la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA) no están conformes con la distribución de los días festivos. Pero la guinda a esta queja la ha puesto la llegada de la llamada semana blanca o semana de carnaval, que se celebra estos días en miles de colegios.
El presidente de la CEAPA, Carlos Ladrón de Guevara, dice que los alumnos "pierden ritmo y se desmotivan con la organización actual de las vacaciones". "Vemos mal e improcedente cualquier periodo vacacional extra, especialmente en este trimestre, cuando acaban de llegar de las vacaciones de Navidad y pronto tendrán las de Semana Santa".
El portavoz de Educación del PP, Juan Carlos Guerra Zunzunegui, ha señalado que estudiará una reforma del calendario escolar de la enseñanza primaria para atender las demandas de los padres y recortar los periodos de vacaciones de los alumnos.
La semana blanca se ha institucionalizado en los últimos años para permitir a los niños disfrutar de las fiestas de carnaval o marcharse a esquiar. Algunas comunidades (como las que integran el territorio que administra el Ministerio de Educación o Canarias) determinan o recomiendan unos días festivos concretos para celebrar la semana de carnaval (la mayoría, el 23, 24 y 25 de febrero), mientras que otras, como Cataluña o el País Vasco, dejan libertad a los consejos escolares para determinar si quieren celebrar esta fiesta.
En Baleares, el Gobierno del PP mantiene su intención de eliminar estas breves vacaciones porque cree que suponen "un trastorno para las familias" e implican una erosión en la calidad de la enseñanza, informa Andreu Manresa. El consejero de Educación, Manuel Ferrer, indicó que las protestas de los padres habían motivado su actuación. En cambio, todos los sindicatos de profesores han protestado por la eliminación de las minivacaciones, a las que atribuyen una función pedagógica.
En la Comunidad Valenciana, la confederación de padres de alumnos católicos logró su eliminación hace cinco años, informa Neus Caballer. Esa misma polémica se reproduce hoy, impulsada por los mismos sectores católicos, laicos que acaban de pactar de espaldas a sindicatos y profesores una orden marco por la que se pretende ampliar el calendario escolar lectivo en dos semanas más (a principios de septiembre y a finales de junio).
La Consejería de Educación ha respondido que "se pretende equiparar el horario lectivo al europeo", una tesis que ha sido rebatida por los sindicatos, que han recordado los criterios que imperan en Europa: por cada siete semanas de clase hay una de descanso, que coincide con las fiestas locales.
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