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OPERACIÓN TRUENO DEL DESIERTO

¿Qué les queda por destruir a los inspectores?

Ángeles Espinosa

Las preocupaciones de Unscom tras casi siete años de inspecciones se centran ahora, sobre todo, en los capítulos de armas químicas y biológicas, ya que el control de los programas nuclear y de misiles se encuentra más avanzado. De acuerdo con los datos facilitados por un portavoz de la citada comisión, éste es el estado actual de sus investigaciones sobre el arsenal no convencional iraquí:Armas químicas. La principal es el gas nervioso VX. Los inspectores sospechan que Irak fabricó algo más del doble de las 3,9 toneladas que ha reconocido. Unscom no tiene evidencia de que Irak, tal como afirma, destruyera ese agente a finales de 1991. Por eso siguen buscándolo. Además, faltan por localizar 2.000 municiones para armas químicas, aunque Irak asegura que se trata de un problema de contabilidad y que ya han sido destruidas todas.

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Armas biológicas. Irak ha declarado, tres agentes: ántrax (8.000 litros), botulina (19.000 litros) y aflotoxina (2.000 litros), pero insiste en que fueron destruidos a finales de 1991. Unscom no tiene evidencia de ello. Es más, las explicaciones iraquíes sobre cómo neutralizaron el ántrax y lo vertieron en el desierto chocan con los restos activos que encontraron los inspectores en el lugar. Unsom tiene dudas sobre la técnica utilizada, pero sobre todo no sabe de qué volumen se desprendieron.

Armas nucleares. El control de este apartado es responsabilidad de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AlEA), con sede en Viena. La AlEA ha admitido como probado que Irak no llegó a producir una bomba atómica. En 1992 se destruyeron sus dos reactores de investigación y el material fisionable se trasladó a Rusia. Irak ha pedido que se cierre este capítulo, pero la AlEA mantiene su vigilancia para evitar que se reinicie el programa.

Misiles balísticos. Entre 1978 y1999 Irak importó 819 misiles Scud de la extinta Unión Soviética. Descontados los destruidos en pruebas realizadas en el desierto, los dos centenares que lanzó contra Irán, y otros 43 disparados durante la guerra del Golfo, Unscom destruyó otras 48 unidades y logró que Irak reconociera, en 1995, la existencia de otros 85, aunque aseguró haberlos destruido a finales de 1991. Unscom ha encontrado evidencias al respecto, sólo que ha echado en falta algunos elementos esenciales, como toberas o controles de dirección, de cuya tecnología no dispone Bagdad y que podríanhaber sido retirados antes de ladestrucción de los misiles para su utilización en otros de fabricación local (hasta una treintena), para lo que sí tiene capacidad.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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