El FMI apoya a Yeltsin ante el debate presupuestario

Michel Camdessus, director del Fondo Monetario Internacional (FMI), echó ayer un cable al equipo económico reformista de Borís Yeltsin justo cuando más lo necesitaba, en víspera de un debate en la Duma (Cámara baja del Parlamento) que se prevé tormentoso porque estudiará numerosas enmiendas presentadas a un Presupuesto que parecía estar ya zanjado.

Para lograr el consenso y evitar una crisis que podría haber adelantado las elecciones, Yeltsin cedió en su día a las exigencias de la oposición de izquierda, mayoritaria en la Duma, y aceptó retoques al proyecto del Presupuesto que, básicamente, aumentaron los gastos sociales. En su discurso sobre el estado de la nación, pronunciado el martes, el presidente rectificó y pidió a los diputados que hagan posible un Presupuesto realista, en atención al necesario rigor económico y al cambio de condiciones impuesto por la tormenta monetaria originada en Asia. Las espadas están en alto.

Pero el Gobierno tendrá a su favor el voto de confianza que ayer le dio Camdessus en Moscú, tras reunirse con el primer ministro, Víktor Chernomirdin, y con el propio Yeltsin. Camdessus ha propuesto ampliar un año, hasta cuatro, el programa de préstamos que debía concluir a finales de 1998, con la aportación de fondos adicionales cuya cuantía no se ha indicado. Además, se ha puesto de acuerdo en el programa de cooperación para 1998 sobre la base del Presupuesto enmendado, tal y como quiere Yeltsin. En línea con el discurso presidencial, ha defendido la necesidad de un código fiscal eficaz, de unas cuentas del Estado realistas y de crear las bases para un crecimiento sostenido y productivo. Y, finalmente, ha elogiado la forma en que el Gobierno y el banco central se han defendido de los efectos de la tormenta asiática.

Sólo hay un pero. Ni una palabra de cuándo se entregará un préstamo de unos 100.000 millones de pesetas, pendiente del examen de una comisión del FMI.