La policía rescata a un chaval de 13 años atado de pies y manos en su casa y con signos de haber sido golpeado

La policía rescató en la mañana de ayer a un niño de 13 años que estaba atado de pies y manos en su casa y que presentaba signos de haber recibido golpes. El caso saltó después de que el 091 recibiese una llamada de un vecino de Hortaleza que comunicaba que estaba oyendo gritos de auxilio en una vivienda cercana.Cuando la policía llegó al lugar indicado no sólo pudo comprobar la veracidad de la llamada, sino que además advirtió que eran de un crío. Subieron las escaleras del edificio hasta llegar a la puerta de la casa. Estaba cerrada. Los agentes avisaron a los bomberos para que la derribasen. Pero justo en ese momento llegaron a la vivienda, siempre según el relato policial, dos mujeres que afirmaban vivir allí. Los policías entraron con ellas. En el interior se encontraba un niño de 13 años, atado de pies y manos. Era el hijo de una de las mujeres y el sobrino de la otra. Ambas fueron detenidas.

El crío, con hematomas en el cuerpo, fue enviado inmediatamente a un centro médico. Luego le trasladaron al Grupo de Menores de la Policía Judicial. Las primeras investigaciones destaparon que la noche anterior a su rescate había sido recogido por una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía en una estación de ferrocarril. Una vez en casa, su madre, siempre según la versión policial, le echó a la calle. El muchacho, en un principio, se dirigió a un parque cercano, para luego intentar regresar al piso. Pero nuevamente fue expulsado. A las 6.30, la madre y su hermana volvieron a enfrentarse con el menor. "La tía llegó a azotarle con la goma del butano", señala la policía. Finalmente, como las dos mujeres tenían que marcharse, decidieron atarle de pies y manos.

"Es muy rebelde, tiene broncas constantes con su madre e incluso ha pinchado con una navaja a un compañero de colegio. También mordió en el brazo al hijo de un vecino que le había recriminado el ruido que armaba en el portal", señalaron a Efe dos vecinos. "Su madre le pega constantes palizas y sus gritos resuenan casi todos los días. Hace ocho meses se escapó durante 12 días", relató otro vecino.