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El portavoz de Clinton dice que sera muy difícil explicar la relación con Lewinsky

Elogiado a menudo como el mejor portavoz que ha tenido la Casa Blanca, Mlke McCurry ha desatado, sin embargo, un torrente de rumores con unas declaraciones publicadas en el diario Chicago Tribune. Los comentarios del alto funcionario en este periódico son un claro indicio de que incluso en tomo al presidente Bill Clinton existe el convencimiento de que sus constantes desmentidos esconden una realidad más compleja.

En la entrevista, McCurry asegura que posiblemente será muy difícil explicar a la opinión pública la naturaleza real de la relación de Clinton con una joven de 24 años: "Quizá haya una explicación sencilla e inocente", afirma en el diario de Chicago, "pero no lo creo, porque si así fuera ya habríamos dado esa explicación. Tengo la sensación de que todo acabará convirtiéndose en una historia muy complicada, como lo son todas las relaciones humanas. Y no creo que vaya a ser fácil explicarlo".Horas después de que el Chicago Tribune estuviera en la calle, McCurry reconoció que no debería haber hecho esas declaraciones, aunque no se retractó de su contenido: "Ahora pienso que hice ese comentario en un momento de locura pasajera". Sin embargo, sus palabras han alimentado una teoría que está en circulación en Washington desde hace varios días: los abogados de Clinton -es una hipótesis- tratan de "inmunizar" al presidente porque saben que tarde o temprano se harán públicos datos embarazosos sobre su relación real con Lewinsky. "Muchos en el entorno de Clinton saben que va a tener. que explicar la naturaleza real de su relación con Lewinsky", dice desde el anonimato un amigo de McCurry citado en The Washington Post: "Lo que McCurry ha hecho", continúa, "es preparar a la opinión pública para esa eventualidad". Hasta ahora McCurry. se había distanciado del caso todo lo que le permite su cargo.

Inquilinos de la Casa Blanca

Este episodio de declaraciones controvertidas ilustra el ambiente complejo en el que se ven obligados a convivir ahora los inquilinos y trabajadores de la Casa Blanca. Muchos prefieren alejarse de los despachos y los centros de poder para evitar que su grado de conocimiento de los hechos termine en una citación ante el gran jurado; es el caso de McCurry, que suele decir que su trabajo de portavoz consiste en "decir la verdad, pero lentamente".Por otra parte, los abogados de Clinton pidieron ayer formalmente a la juez del caso Paula Jones que archivara el sumario sobre el supuesto acoso sexual. En el texto los letrados niegan que existiera ese delito, pero añaden que "incluso en el caso de que fuera cierto" no sería punible porque no se ha demostrado que como consecuencia del supuesto acoso Jones sufriera discriminación en su trabajo. Paula Jones estaba empleada como funcionaria en Arkansas cuando Clinton era gobernador de ese Estado.

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