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Nuevos testimonios estrechan el cerco sobre el gobernador de Tucumán

La situación del gobernador de la provincia argentina de Tucumán, el ex general Antonio Domingo Bussi, es cada vez más precaria. A la investigación en marcha sobre una cuenta bancaria secreta en Suiza a su nombre, con fondos robados a detenidos-desaparecidos, se añadió ayer la acusación, de mayor gravedad si cabe, de que extorsionó durante la dictadura a la familia de un parlamentario provincial asesinado.

Lo contó Rodolfo Vargas Aignasse al recordar la detención de su hermano Guillermo, el 24 de marzo de 1976 en San Miguel de Tucumán. Seis días después, la madre, Noemí Aignasse, recibió una llamada de la oficina del gobernador Bussi para pedirle 10.000 pesos de la época para volver a ver a Guillermo. "Ella entregó 5.000, pero no vio a quién porque le vendaron los ojos. Y Guillermo seguía sin aparecer". La siguiente noticia que recibió la familia del detenido en el penal de Villa Urquiza es que intentó escapar. "Lo cierto", explicó Rodolfo Vargas, "es que lo sacaron del penal en la madrugada del 6 de abril, lo llevaron a San Pablo lo asesinaron y sus restos fueron tirados, junto a otros, en el dique El Cadillal". El hermano de la víctima aseguró que la extorsión a su madre fue práctica común durante el régimen militar. Guillermo Vargas tenía 34 años y era padre de cuatro hijos -su mujer estaba embarazada- cuando murió.

El procurador general de la nación, Nicolás Becerra, ordenó a un fiscal de primer instancia la apertura de una investigación sobre la cuenta bancaria en Suiza del gobernador Bussi. Hasta ahora, el ex general ha negado toda colaboración con la comisión parlamentaria que le investiga y en una segunda carta reitera su actitud de no negar ni confirmar la existencia de la cuenta bancaria. Los miembros de la comisión han pedido que se investigue la Contaduría General de la provincia de Tucumán y se analice la declaración jurada de bienes que presentó Bussi antes de asumir el cargo de gobernador.

Asesinato de Rodolfo WaIsh

Otra prominente figura de dictadura militar sigue siendo noticia. El ex almirante Emilio Massera admitió que el escritor y miembro de los Montoneros Rodolfo Walsh fue abatido por militares de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) cuando se resistió al intento de secuestro, el 25 de marzo de 1977. Massera responsabilizó del asesinato al capitán Jorge Tigre Acosta, quien, según el ex almirante, trabajaba en 1995 con el actual ministro del Interior, Carlos Corach. Massera hizo estas declaraciones en la entrevista que concedió en julio de 1995 a la periodista Olga Wornat, quien declaró el martes ante la Cámara federal de Buenos Aires.¿Qué hacemos con los militares?, le preguntaron ayer al dirigente de la Alianza opositora Carlos Chacho Alvarez. "Buscar la verdad", respondió. "Es una vergüenza que se busque más la verdad fuera de Argentina que en nuestro país. El juez Garzón está haciendo cosas que tendría que hacer la justicia argentina".

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