Sorpresa

Me llamo Miguel Ángel, tengo 32 años, soy comercial, y de profesión, parado de larga duración. Cuál no fue mi sorpresa cuando, por suerte o por desgracia, cayó en mis manos un periódico de la Comunidad Catalana. Empecé a leer el periódico poniendo especial interés en la página de ofertas de trabajo; mi sorpresa se hizo mayúscula al comprobar que casi la totalidad de las ofertas de empleo que buscaban comerciales ofrecían contrato laboral y alta a la Seguridad Social. Algo que, desde luego, estoy harto de no ver en ningún periódico de la comunidad en la que vivo, que no es otra que la Comunidad de Madrid.Esto me da qué pensar, qué está ocurriendo en nuestra Comunidad, qué pasa, que no somos todos los españoles iguales ante la Constitución.

No, Miguel, quizá sea que la mayoría de los empresarios madrileños son unos espabilados; sí, quizá sea eso, Miguel, porque nuestra Comunidad, la de Madrid, no sabe motivar a estos empresarios para fomentar empleo estable, como ocurre en esta otra comunidad.

No sé, pero es raro, porque si en esa comunidad es factible ofrecer trabajo a personas y encima con contrato laboral, es cuestión solamente de que mi Comunidad indague, analice o copie el porqué. Y a continuación intenten buscar una solución con los empresarios de la nuestra. Porque lo que sí tengo muy claro es que todos los españoles somos iguales ante la Constitución. ¡O no, Miguel!-