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Un poco más lento y más lleno

Antonio Jiménez Barca

Los trenes del metro circularon el año pasado un poco más lentamente y un poco más llenos que en 1996. Así figura en el informe anual sobre la calidad del servicio, que la compañía ya ha publicado y que será analizado en el próximo consejo de administración, el miércoles. Hace dos años, la velocidad media fue de 24,97 kilómetros por hora. En 1997, descendió a 24,91. El grado de ocupación en hora punta alcanzó entonces un 62%, tres puntos más que en 1995.El concejal socialista Eugenio Morales, miembro del Consejo de Administración del Metro, aunque reconoce que las diferencias no son determinantes, "son importantes". "Hay que tener en cuenta que durante 1997 las distintas administraciones hicieron una importante inversión en el metro" explicó ayer. Por líneas, la más rápida fue la 9, desde Herrera Oria a Pavones. Por ahí circularon los trenes a 30 kilómetros por hora. La más lenta fue la 2, entre Ventas y Cuatro Caminos, cuya media no pasó de 19 kilómetros por hora.

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Los viajeros también van más apretados en unas líneas que en otras. Destaca la 3 (Legazpi-Moncloa), con un 72% de ocupación. La línea más regular fue la más rápida: la 9. La más irregular, la 3. Entre las reclamaciones oficiales, que bajaron con respecto a 1996, la más repetida fue la de fallos en las instalaciones. La segunda, los incidentes entre viajeros y vigilantes jurados.

En total, los trenes del suburbano madrileño recorrieron en 1997 un poco más de 90 millones de kilómetros.

Por estaciones, la más concurrida fue la de Moncloa, con 16.295.985 viajeros. Desbancó a la que hasta ahora siempre ha sido el centro neurálgico de la red del metro: Sol. Esta parada ha recibido, en todo 1997, 16.127.582 usuarios.

De las 124 estaciones que conforman toda la red, la menos visitada fue la de Ventilla, en la línea 9, con 326.000 viajeros.

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Aunque la tendencia general ha sido el ascenso de clientes en todas las estaciones, hay 25 paradas que han perdido viajeros.

Entre éstas se cuentan Cuzco, Lima, Begoña y Fuencarral. Pertenecen todas a la mutilada línea 8 (que ahora ha pasado a unirse con la 10), y que durante 1997 estuvo a medio gas por las obras.

También Quevedo perdió usuarios, debido al cierre por obras de la parada de Cuatro Caminos.

Otras estaciones que el año pasado salieron perdiendo usuarios debido a los cambios de la red fueron Alto de Extremadura y Laguna (línea 6).

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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