Clinton descarta que las nuevas revelaciones sobre el 'caso Lewinsky' le lleven a presentar la dimisión
"Nunca" dijo ayer Bill Clinton cuando fue preguntado sobre la posibilidad de que el caso Lewinsky le lleve a la dimisión. Y añadió: "Nunca daré la espalda al pueblo norteamericano y a la confianza que ha depositado en mi". Y es que el escándalo recuperó ayer mucha de la virulencia de los primeros momentos. El detonante fue la información de The New York Times según la cual Clinton "instruyó" a su secretaria personal en la Casa Blanca, Betty Currie, para que "maquillara" la historia de sus relaciones con Monica Lewinsky. Ella declaró lo que sabía al gran jurado que estudia el caso.
Clinton, en una conferencia de prensa conjunta con Tony Blair en la que la gran mayoría de las preguntas versaron sobre el escándalo de sexo y mentiras que pesa sobre la Casa Blanca, rechazó, al igual que lo había hecho el abogado de Betty Currie, la versión difundida por el diario neoyorquino. Pero esa versión fue confirmada a partir de fuentes propias por The Washington Post, lo que le añadió mucha carga explosiva.Betty Currie, una afroamericana de gran religiosidad y profesionalidad, de 58 años, declaró la pasada semana al gran jurado de Washington que investiga el escándalo que el presidente la convocó para explicarle su versión y, de un modo indirecto, pedirle que la confirmara. El tono de la conversión fue dado por frases de Clinton como ésta: "Yo nunca ví a solas a la señorita Lewinsky, ¿verdad?".
Pero, preguntada ante el gran jurado, Currie informó que Clinton y Lewinsky se vieron a solas en la Casa Blanca, aunque a ella no le consta que sostuvieran relaciones sexuales. La secretaria también dijo que el presidente le pidió antes del estallido del escándalo que recogiera los regalos -un vestido, un broche y un alfiler de sombrero- que le había hecho a Lewinsky. Currie se los entregó al fiscal Kenneth Starr.
En la conferencia de prensa, Clinton se negó en seis ocasiones a responder a preguntas concretas sobre la naturaleza de sus relaciones con Lewinsky. Se remitió a sus declaraciones anteriores y dijo que él respeta las ordenes judiciales de mantener el más absoluto secreto sobre las investigaciones. En cambio, acusó "al otro bando" de ser el responsable de las últimas "filtraciones ilegales". Las más peligrosas para él son las publicadas esta semana en The New York Times: que Lewinsky visitó 37 veces la Casa Blanca después de abandonar su trabajo y que Currie fue entrenada por el presidente sobre la versión que debía dar.
Los abogados de Clinton informaron luego que estaban preparando acciones legales contra el Fiscal independiente Starr, al que responsabilizan de las "filtraciones". Starr dijo estar "muy preocupado" por la revelación de las deliberaciones secretas del gran jurado, pero rechazó ser la fuente.
Clinton también dijo ayer en la conferencia de prensa que, respecto a su relación con Gennifer Flowers, dijo "la verdad" tanto en 1992 cuando la desmintió como el pasado enero cuando, en una declaración bajo juramento ante los abogados de Paula Jones, aceptó haberse acostado con ella "una sola vez".
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