Portugal despenaliza el aborto en las 10 primeras semanas de embarazo

La Asamblea portuguesa aprobó anoche por mayoría simple (116 votos a favor, 107 en contra) el proyecto de las Juventudes Socialistas que despenaliza el aborto durante las 10 primeras semanas de embarazo. La ley -rechazada el año pasado por un solo voto- fue aprobada con el apoyo del partido comunista. El primer partido de la oposición, el PSD (Partido Social Demócrata, de orientación liberal conservadora), defiende ahora la convocatoria de un referéndum sobre el caso, que rechazan el resto de las fuerzas políticas y la Iglesia católica.

La ley hasta ahora vigente castigaba con hasta tres años el aborto por decisión libre de la mujer y sólo lo admitía en las primeras 12 semanas en caso de riesgo para la vida de la madre, su salud psíquica o por violación. Las mayores facilidades que se dan en España en la práctica habían provocado una gran afluencia de mujeres lusas a clínicas de Extremadura y Salamanca.Precisamente anteayer, un día antes del debate parlamentario, la Conferencia Episcopal lusa hizo público un comunicado en el que volvía a recordar su absoluto rechazo a la interrupción del embarazo y a una posible consulta popular.

Según los obispos, "el derecho a la vida, como inviolable, ni se discute ni se refrenda". En contra de la línea oficial, el obispo de Setúbal, Manuel Martins, reconocía recientemente que "sería bueno que se hiciese (la consulta), no para favorecer su puesta en práctica, sino par a conocer cuál es la verdadera opinión, de los portugueses". La Conferencia Episcopal advirtió anteayer de que, en el caso de que fuera convocado el referéndum, la Iglesia no ahorraría esfuerzos "en decir a los católicos y a los demás ciudadanos que su deber es pronunciarse a favor de la vida", a la vez que. clamaba por la rebelión de los médicos.

Los obispos anunciaron que "denunciarán tal ley pomo inmoral" y reafirmaron que "ante ella, se deberá invocar el estatuto de objetor de conciencia".

El director ejecutivo de la Asociación para la Planificación Familiar, Duarte Vilar, sostiene que la aplicación restrictiva de la ley, aprobada en 1984, "ha provocado más de 16.000 abortos clandestinos por año y ha supuesto una de las principales causas de mortalidad femenina".

El proyecto aprobado ayer ha sido promovido por las Juventudes Socialistas y contaba con la oposición de algunas figuras destacadas del partido socialista actualmente en el poder, entre las que destaca el primer ministro Antonio Guterres, católico practicante. Sin embargo, el respaldo de los verdes y los comunistas compensó la posible fuga de votos socialistas.

La nueva ley despenaliza el aborto cuando se efectúe a petición de la mujer y después de una consulta en un centro de Acogida Familiar en las primeras diez semanas del embarazo para la "preservación de su integridad moral, dignidad social y maternidad consciente".