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LA LUCHA CONTRA ETA

Yanes: "No se puede exigir a todos los obispos que acudan a los funerales"

El presidente de la Conferencia Espiscopal, Elías Yanes, afirmó ayer que no encuentra "motivos especiales de reprobación" a la recomendación del Consejo Presbiteral de Vizcaya al obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, para que no celebre funerales por las víctimas de ETA para evitar la polémica. La consulta, recordó, la planteó el propio Blázquez, "y eso es bastante normal en las diócesis". Lo importante, dijo, es que los funerales se puedan celebrar, porque "que asista o no el obispo es una obligación que no se puede exigir a todos".

En la recomendación del Consejo de Vizcaya, según Yanes,"lo que no hay es lo que he visto en algunos titulares de prensa, que hablan de prohibición y cosas de ese tipo", puesto que el obispo es perfectamente libre y "tiene que actuar de acuerdo a su conciencia y ése es el criterio que tiene que aplicar en cada caso".En declaraciones a la Cadena Cope, Yanes subrayó que lo fundamental es que "todos los obispos del País Vasco, sin excepción ninguna, condenan de la forma más rotunda y tajante los actos terroristas, y lo han hecho sistemáticamente durante los últimos 30 años". A lo que añadió que "el asistir o no a los funerales es una cuestión de prudencia". "Hay que pensar que en algunas de estas diócesis ha habido algunos años con más de 80 muertos y funerales. Lo importante es que el funeral se pueda hacer; que asista o no el obispo no es una obligación que se le pueda exigir a todos". Sobre el hecho de que el obispo de Sevilla, monseñor Carlos Amigo, se pusiera a disposición de la familia del concejal Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, Ascensión García, nada más conocerse la noticia de su asesinato, Yanes alega que no le gustaría "hacer comparaciones entre obispos", pero que esto es algo "común y bastante frecuente en todos los casos de actuaciones episcopales frente a estos hechos".

El presidente de la Conferencia Espiscopal señaló que tanto la Iglesia como los obispos sienten que "no hay justificación para este terrorismo, ni política, ni cultural, ni ética", porque "son crímenes aborrecibles desde todos los puntos de vista". El deber de la justicia, para Yanes, es que los crímenes no queden impunes: "Una cosa es la superación del odio y otra distinta es que haya que renunciar a la aplicación del Derecho Penal".

Por su parte, el cardenal Joseph Ratzinger, presidente de la Comisión Teológica Internacional, afirmó ayer en Pamplona, durante la presentación de un libro autobiográfico, que "con los crímenes no se dialoga, hay que condenarlos". "Puede haber diálogo con personas e ideas si éstas se abren a él", dijo, aunque advirtió que "hay que inmunizar a las conciencias contra la tentación del terrorismo".

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