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TENSIÓN EN EL GOLFO

EE UU da dos semanas de plazo a Irak para evitar el ataque

Estados Unidos despachará en los próximos días 50 nuevos aviones de guerra a la región del golfo Pérsico, seis de ellos bombarderos invisibles F- 117, según informó ayer el Pentágono. Los militares norteamericanos también estudian el envío de tropas terrestres a la zona, incluidos unos 4.000 marines, la mitad de ellos a bordo de un buque anclado en Barcelona. Se trata de reforzar una posible acción militar de castigo contra Irak, que, según varias fuentes de Washington, no se produciría hasta dentro de dos semanas. Flanqueada por su homólogo británico, Robin Cook, Madeleine Albright dijo ayer en Londres: "El momento de las decisiones fundamentales se está acercando a gran velocidad".

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Una tregua de dos meses

Dos semanas más era el plazo que ayer daban fuentes de la Casa Blanca para intentar resolver por vías diplomáticas la crisis de los inspectores. En ese momento, según esas fuentes, Clinton tendrá que decidir si ordena una acción punitiva contra Irak pese a la falta de consenso internacional, y muy en particular las reticencias de Rusia, la oposición de China y la ya anunciada falta de colaboración de Turquía. Un elemento que parecía confirmar que el ataque no se produciría antes de mediados de febrero es el hecho de que el secretario de Defensa estadounidense, William Cohen, no regresará de su gira por Oriente Próximo hasta el 12 de febrero. "Un bombardeo de lrak con Cohen fuera del Pentángono no es concebible", señaló ayer David Ensor, analista militar de la cadena ABC. Sandy Berger, consejero de Seguridad Nacional de Clinton, declaró el viernes en Washington que Clinton está preparado para actuar aunque otros países presenten objecciones. "No podemos permitir que nuestra política exterior sea rehén del más bajo común denominador", declaró. Un ataque contra Irak tendría como objetivo, según Berger, "reducir de modo significativo la capacidad de Sadam Husein de amenazar a sus vecinos". En Davos (Suiza), donde participa en la conferencia económica internacional, Kofi Annan, el secretario general de la ONU, pidió más tiempo para intentar resolver pacíficamente la crisis. "Se están desarrollando muchas consultas en varias capitales", dijo Annan, "y todos los implicados, incluidos los norteamericanos, han dejado claro que prefieren una solución diplomática. Pido que se nos deje tiempo, que esperemos a ver qué pasa". Annan añadió que Bill Richardson, el embajador norteamericano ante la ONU, está de acuerdo con esa posición. Sin desmentirlo, Richardson puso el acento, en Davos, en la posibilidad real de una acción militar. "Estamos en un punto", dijo, "en el que la fuerza pesa mucho sobre la mesa".

24 barcos de guerra

Los nuevos refuerzos norteamericanos responden, según el Pentángono, a una petición del general de marines Anthony Zinni, jefe de las fuerzas norteamericanas en el Golfo. Zinni ha enviado a Washington una lista de los nuevos medios humanos y materiales que considera necesarios antes de cualquier operación militar contra Irak. Los aviones y soldados adicionales se añadirán a la poderosa Marina que EE UU ya tiene en el Golfo: 24 buques, incluidos los portaaviones Nimitz y George Washington, y seis navíos dotados con misiles de largo alcance Tomahawk; 325 aviones en tierra o a bordo de portaaviones, seis de ellos bombarderos invisibles F-117, y 24.000 soldados. La llegada del portaaviones Independence será el 24 de febrero. La cadena de televisión CNN informó, citando fuentes del Pentágono, de que los 4.000 marines que EE UU puede enviar a la zona en los próximos días podrían ser los ahora embarcados en los buques de guerra Peleliu y Guam. El Peleliu, con 2.500 marines a bordo, está en el puerto de Darwin (Australia); el Guam, con 2.000, en Barcelona.

Albright, en el Reino Unido

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La especial relación que une al Reino Unido y Estados Unidos, sobre todo en momentos de crisis internacional, revivió ayer en Londres, según informa Isabel Ferrer. Las advertencias que Madeleine Albright, secretaria de Estado norteamericana, dirigió a Sadam Husein encontraron el eco perfecto en su homólogo británico Robin Cook. Ambos aseguraron estar colaborando "hombro con hombro" para detener al líder iraquí. Cuando Albright dijo "parece que la diplomacia no está surtiendo efecto", Cook añadió: "Todas las puertas están abiertas, incluso la que conduce al uso de la fuerza". Annan secretario general de las Naciones Unidas, ha recomendado el incremento del programa de intercambio con Irak conocido bajo el lema petróleo, por alimentos, se apresuró a remachar que Sadam verá así "cómo a nosotros nos preocupa más que a él su propio pueblo". Irak puede exportar ahora barriles de petróleo a cambio de medicinas y comida destinadas a aliviar entre la población el embargo impuesto al país por las potencias internacionales. El propio Tony Blair dijo que Sadam Husein es un "dictador diabólico" al que hay que detener de una vez. "Sus jugarretas e intentos de confundir al Consejo de Seguridad de la ONU no pueden prolongarse rnás", afirmó. Blair también subrayaría que la diplomacia no es la única opción a tener en cuenta. "Si Sadam persiste en proveerse de armas nucleares o químicas con poderes mortíferos, la comunidad internacional tendrá que lanzarse contra él".

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