Los socialdemócratas abandonan el Gobierno rumano
El presidente rumano Emil Constantinescu declaró ayer superada la inestabilidad política de su país después de que los cinco ministros socialdemócratas abandonaran el Gabinete, tal y como habían anticipado que harían si no dimitía el primer ministro Víctor Ciorbea, al que acusan de entorpecer la reforma económica. Los observadores, sin embargo, consideran que la crisis ha sido cerrada en falso y que el Gobierno del democristiano Ciorbea es ahora mucho más débil. El leu, la divisa nacional, permanecía ayer estable.Tras cinco horas de negociaciones dirigidas por Constantinescu, los socialdemócratas del ex primer ministro Petre Roman, principales socios de la coalición y de cuyos votos depende la supervivencia parlamentaria del Ejecutivo, han prometido una tregua en la que pocos creen. Roman, de viaje en Portugal, declaró ayer en Lisboa: "No me gustaría que Ciorbea siguiera al frente del Gobierno".
La nueva administración estará dominada por los cristianodemócratas, con los liberales y la minoría húngara como socios menores. Ciorbea prometió que el lunes habrá cubierto las vacantes ministeriales de Defensa, Transportes, Tecnología, Medio Ambiente y Relaciones con el Parlamento.
