Estalla una bomba en un banco de San Sebastián junto a sedes de la Guardia Civil y la Ertzaintza

Una bomba de dos kilos de amosal destruyó ayer la puerta de entrada de una sucursal bancaria de San Sebastián. El artefacto había sido colocado a 50 metros de la Comandancia de la Guardia Civil, en la avenida de Zumalacárregui, y a 200 de la comisaría de la Ertzaintza. La bomba, que sólo estalló parcialmente, era similar a las cuatro últimas que han estallado en Guipúzcoa desde diciembre. Si llegan a detonar los dos kilos de amosal, hubiesen provocado una catástrofe al derrumbar parte del edificio, según expertos policiales.

La explosión se produjo a las 8.10 de la mañana, 40 minutos después de que una llamada en nombre de ETA, alertase a la asociación Detente y Ayuda (DYA) de la existencia del artefacto. Antes de que los desactivadores de la Ertzaintza llegasen a la calle de Zumalacárregui se produjo la deflagración, que ocasionó daños en la puerta, los cristales y el techo de la entidad bancaria.

La bomba estaba compuesta de dos kilos de amosal y otra sustancia reforzante con un mecanismo temporizador. Había sido metida en una bolsa de plástico e introducida en un cubo de limpieza. El cubo, junto a la fregona, fue depositado en la puerta de acceso. La detonación provocó que el palo saliese despedido hasta una vivienda próxima.

Como consecuencia de los sabotajes perpetrados por jóvenes que apoyan a ETA, dos agentes de la Guardia Municipal de Rentería (Guipúzcoa) resultaron heridos leves por quemaduras en la piel el pasado domingo cuando se encontraban sofocando un incendio que un grupo de encapuchados había provocado en un cajero de la Caja Rural. Los agentes, según el alcalde Miguel Buen Lacambra, evitaron que el fuego se extendiese al resto de la oficina bancaria y a los pisos superiores.

Atentado al hijo de un concejal

El artefacto que estalló el pasado miércoles en Vitoria en los bajos de una furgoneta que conducía el hijo menor de un concejal del PP en Santa Cruz de Campezo (Álava) era una bomba-lapa que contenía amosal y cloratita. Podría haber causado gravísimas lesiones al joven si no hubiera fallado, informa Jesús Duva.La Ertzaintza creyó que Josu Visa, hijo del concejal Fernando Visa, resultó ileso en la explosión por que el artefacto era un simple petardo, fabricado con material pirotécnico con el que se pretendía asustar al edil y a su familia. Ayer, sin embargo, los especialistas de la policía vasca constataron que el artefacto era similar a otros de ETA. Un fallo hizo que la bomba no estallara en su totalidad, probablemente porque el amosal se hallaba en mal estado, y lo único que explosionó fue el detonante. Según fuentes policiales, eso hizo que el joven no sufriera, como mínimo, graves mutilaciones.

La consejería de Interior explicó ayer que los artificieros de la Ertzaintza vieron que todo el material explosivo se había consumido en la deflagración. Esto, unido a los escasos daños materiales sufridos por el vehículo, les hizo pensar erróneamente que se trataba de un artefacto casero o rudimentario.