El hombre del garfio

Esta película se inscribe por derecho propio dentro del subgénero americano de terror, o miedo, según la propensión a, asustarse del espectador. Además, dado el éxito alcanzado en Estados Unidos, es muy posible que vuelva a convertirse en la primera de una tan larga como poco original serie. Tras concurrir a una típica elección de la reina de las fiestas del lugar en el 4 de julio, y cuando ella, su amigo y otra pareja regresan en automóvil un tanto bebidos, atropellan a un extraño. Los cuatro se asustan mucho, discuten y, a pesar de que parece moverse, deciden tirar el cuerpo al mar y no volver a hablar del asunto. Sin embargo, un año después, y esto es lo más interesante de la película, ninguno ha conseguido hacer lo que pretendía, han fracasado en sus diferentes intentos de salir de su pueblo y llevar una vida mejor. Y, aunque no lo confiesan, saben que se debe a la mala conciencia que ha generado en ellos aquel crimen.Por desgracia, a partir de este momento la película se vulgariza hasta convertirse en otra más de la serie de adolescentes miedosos que mueren de manera violenta y en extrañas circunstancias. Comienzan a recibir anónimos que dicen: "Sé lo que hicisteis el último verano", mientras aparece un extraño hombre con un garfio que los asesina en una sucesión de brutales y sangrientas escenas. Gracias a una absurda y poco clara explicación, los supervivientes creen comprender que no mataron a nadie, que están limpios de culpa y además logran defenderse del terrible hombre del garfio, pero no queda muy clara su muerte. De manera que, si la producción tiene el suficiente éxito, puedan seguir rodándose sucesivas entregas.

Realizada con corrección por el debutante guionista Jim Gillespie, destaca una brillante fotografía y, sobre todo, sus cuatro jóvenes protagonistas, en especial Jennifer Love Hewitt, a la que no es difícil pronosticar una sólida carrera profesional.