Otro muerto en el Ulster a pesar de la ofensiva policial contra el terrorismo

Un taxista resultó muerto anoche en la capital de Irlanda del Norte, Belfast, tras recibir cinco disparos por parte de unos desconocidos en un nuevo paso en la escalada de terror en el Ulster a pesar de los esfuerzos policiales para frenar la violencia.

También anoche una bomba estalló en un club nocturno en la localidad de Enniskillen. La explosión no causó víctimas ya que una llamada anónima había avisado de la colocación del artefacto en el mencionado local. La policía del Ulster evacuó a los clientes y los artificieros procedieron a explosionar la bomba.

La policía irlandesa ha desplegado este fin de semana grandes medios para poner fin al terror que han provocado los paramilitares unionistas más radicales en la comunidad católica y que pone en peligro las negociaciones de paz. Desde que se ha hecho pública la implicación en los últimos atentados de la más importante milicia unionista de la provincia, los Combatientes por la Libertad del Ulster (UFF), la policía está actuando con contundencia. Hay detenciones, incautación de explosivos, operaciones secretas de vigilancia y controles de carretera reforzados en el Ulster.

Por primera vez desde el alto el fuego de los protestantes, en 1994, la UFF, la principal de sus milicias, reconoció el viernes que ha violado su propia tregua. También ha anunciado el fin de su campaña sangrienta, pero no excluye de ninguna manera reanudarla cuando lo considere.

El viernes, la policía dio el golpe más espectacular desde que estalló esta crisis deteniendo a 13 unionistas sospechosos de haber participado en los recientes atentados. Al mismo tiempo, se incautó de 50 kilos del explosivo Powergel, normalmente utilizado para volar vehículos, y 100 kilos de una sustancia susceptible de servir para la fabricación de bombas artesanales.