Cebrián afirma que los profesionales de PRISA luchan por la consolidación de la democracia

El consejero delegado del Grupo PRISA y primer director del EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, recibió anoche en Cádiz el VII Premio Agustín Merello de la Comunicación, que anualmente convoca la Asociación de la Prensa de Cádiz. El jurado, que hizo público el fallo el pasado viernes, estimó que Cebrián reúne unos valores profesionales "suficientemente demostrados en su larga trayectoria periodística, rigurosa y crítica, y en defensa activa de la libertad de expresión en la España democrática". Cebrián, tras recibir el galardón, afirmó: "Este premio no lo recibo yo, sino todos los periodistas del Grupo PRISA que día a día luchamos por la consolidación de las libertades y la democracia".

Cebrián subrayó la importancia de recibir un premio de los propios compañeros de la profesión: "Es un honor mucho mayor que otros premios que puedan tener más renombre, porque viene de manos de los compañeros y porque me sienta bien el estar ligado al Diario de Cádiz y a la figura de Agustín Merello, que se distinguió en el periodismo como representativo de los valores de la libertad de expresión y de la búsqueda de un periodismo profesional, inteligente, honesto, tranquilo y delicado".La entrega de este premio coincidió con la jornada del patrón de los periodistas, San Francisco de Sales, que lo es también el de los sordomudos. Cebrián hizo hincapié en esta coincidencia: "Los periodistas, muchas veces, tenemos que estar obligados a ser sordomudos, bien por circunstancias políticas, personales, por presiones, por censuras, por agresiones...; en definitiva, por toda clase de obstáculos para que no se ejerza la libertad de expresión como uno de los elementos básicos de la convivencia democrática".

Cebrián hizo referencia a las presiones que ha venido sufriendo el Grupo PRISA en los últimos tiempos. "Hemos estado sometidos, desde el presidente hasta el último de sus empleados, y seguimos de alguna manera sometidos, a determinados ataques y presiones del poder que, en definitiva, no hacen sino poner de relieve la resistencia que el poder tiene siempre a la libertad de expresión", explicó el académico de la Lengua.

Entre los asistentes al acto, además de la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y el presidente de la Diputación, Rafael Román, estuvo el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. Éste definió a Cebrián como "un buen periodista, que como tal no sólo requiere de una buena plumilla, sino que demuestre, que ama y defiende las libertades y la democracia".

El premio Agustín Merello, entregado por el presidente de la Asociación de la Prensa de Cádiz, Evaristo Cantero, está dotado con un millón, de pesetas y un diploma diseñado por Rafael Alberti. Un hecho que congratuló a Cebrián, que recordó las colaboraciones de Alberti en los inicios de EL PAÍS, cuando el poeta portuense aún padecía el exilio en Roma. "Aquello ya fue un símbolo de lo que EL PAÍS quería ser desde los primeros momentos, esto es, dar la voz a los que no tenían voz entonces, y procurar la reconciliación en una España sangrientamente dividida por una Guerra Civil prolongada durante 40 años de dictadura", explicó Cebrián.

El galardonado, como es tradición en este premio, donó el millón de pesetas a la institución GERASA, dedicada al tratamiento de los afectados del sida.