Abrazos, regalos y dólares
Aproximadamente un millar de cubanos en Miami, New Jersey, Nueva York o Madrid llegaron a Cuba para apoyar a los compatriotas católicos de la isla, y rezar para que el Santo Padre interceda ante Fidel Castro, y logre concesiones. Le acompañan obispos y sacerdotes.
Todos ansían la reconciliación nacional pero con variantes. Unos abogan por una transición encabezada por Castro, otros la excluyen, y sostienen que únicamente la muerte del líder revolucionario facilitará el diálogo. Otros detestan su mediación pero la aceptarían si ello significa una irreversible apertura del régimen establecido en 1959. La mayoría, sin embargo, no confía en cambios a corto plazo, y aterrizaron en La Habana con abrazos, regalos, y dólares para sus familias y amigos en la isla, sumida en un fuerte desabastecimiento.
También se encuentran en Cuba dirigentes de grupos de derechos humanos favorables al diálogo. El español nacionalizado cubano, Eloy Gutierrez Menoyo, que pasó dos décadas entre rejas, se suma a la solución negociada. "Es necesaria la reconciliación".
David Arias, obispo auxiliar de la diocésis norteamericana de Luar, en Nueva Jersey, aterrizó en Cuba en un avión fletado el pasado martes por el exilio de un Estado donde habitan entre 150.000 y 200.000 cubanos. Arias, leonés, llegó a Estados Unidos hace 40 años. Allí sigue, reconfortando a los cubanos que, por razones políticas o personales, abandonaron su patria. "El exilio está con mucha esperanza, como siempre, con mucha esperanza de que esto se arregle. Hay división de opiniones. Unos quisieran que esto acabara drásticamente, sin diálogo de ninguna clase, y otros creen que a través de un diálogo se llegará a un entendimiento".
¿Y a usted cómo le parece que debiera ser? "Yo respeto lo que diga el pueblo cubano en Estados Unidos". Monseñor Arias destaca la ansiedad, las grandes expectativas del pasaje en vuelo hacia La Habana, que despegó de Nueva York. "Muchos no habían vuelto desde que salieron en el año 60 o 61".
Amelia es una abuela que abandonó Cuba hace cinco años con la autorización de regresar. ¿Qué duración le ponemos a la visa de salida y entrada al país?, le preguntaron los funcionarios del ministerio de Interior. Amelia lo tenía claro desde el principio. "Hasta que venga el Papa, cuando llegue yo quiero estar allí". La abuela ya está en Cuba, rezando con los otros exiliados para que el Santo Padre convenza a Fidel de que ya es hora de abrir la mano, pidiendo que no se muera sin garantizar un relevo pacífico.
[Uno de los obispos auxiliares de Barcelona, Joan Enric Vives, afirmó ayer que las declaraciones que realizó el presidente del Gobierno, José María Aznar, diciendo que habían hecho lo que el Vaticano les había pedido sobre la visita del Papa, "estaban fuera de lugar" y que "seguramente en el Vaticano no han sentado nada bien", informa Europa Press. Añadió que las declaraciones "habían querido ser simpáticas, pero casi parecía que fuese él quien invitaba al Papa a ir a Cuba".]
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.