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La Generalitat catalana reclama presencia en la Unesco y en los foros culturales internacionales

Luis R. Aizpeolea

La Generalitat de Cataluña pretende tener representación en la Unesco, organismo cultural dependiente de la ONU (Organización de Naciones Unidas) y, en general, en todos los foros culturales exteriores reservados al Estado español. Esta reclamación aparece recogida en el listado de más de setenta competencias que el representante catalán en la Comisión de Traspasos, Josep Duran, entregó al ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy. La Generalitat reclama al Estado, además de la representación propia en la delegación española, los fondos necesarios para llevarla a cabo. El Gobierno no tiene aún una posición definida ante esta reclamación, que ha sido acogida con recelo en el Ministerio de Asuntos Exteriores.

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Joan Rigol, vicepresidente del Senado y dirigente de CiU, cree que el Gobierno central puede ceder esta competencia exclusiva del Estado, que afecta a la representación exterior, a la Generalitat catalana haciendo uso de la vía el artículo 150.2 de la Constitución. Dicho artículo dice: "El Estado podrá transferir o delegar en las comunidades autónomas, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a materia de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación. La ley preverá en cada caso la correspondiente transferencia de medios financieros así como las formas de control que se reserve el Estado".Precisamente, el uso cada vez más sistemático del artículo 150.2, que tiene un carácter de excepcionalidad, para ampliar las competencias de las comunidades que tienen rango de nacionalidad -Cataluña, Euskadi o Galicia- es uno de los obstáculos que se plantea al Gobierno para satisfacer esta demanda de la Generalitat catalana.

Rigol admite que su reclamación tiene carácter confederal y lo argumenta en que "la tradición del nacionalismo catalán tiene una base cultural cuya expresión es la lengua". "Forma parte de la riqueza cultural de España y el Estado nos debe proporcionar la representación en todos los foros de cultura universales como forma de asumir esa riqueza cultural", aduce.

El vicepresidente del Senado precisa que los foros en los que la Generalitat catalana debe tener presencia propia en la representación del Estado son, además de la Unesco, el Instituto Cervantes y todas las exposiciones o actuaciones culturales que organiza el Ministerio de Asuntos Exteriores. También cree que el Estado debe ceder a la Generalitat la parte proporcional de los fondos presupuestarios correspondientes a la actividad cultural exterior de Cataluña dentro del Estado, en base al citado artículo 150.2 de la Constitución.

Fuentes próximas a la Unesco, señalan que su director general, Federico Mayor Zaragoza, es sensible a la propuesta catalana. En la última. Conferencia General de la Unesco, celebrada en noviembre, surgió esta cuestión, pero no fue considerada, según las mismas fuentes.

Nacionalidad

Rigol ofrece una segunda razón para defender esta reclamación: la necesidad de resaltar el carácter singular de nacionalidad que tiene Cataluña. El dirigente nacionalista señala que "la Constitución reconoce las nacionalidades y las distingue de las regiones, pero el desarrollo de la Carta Magna ha ido difuminando estas diferencias. Ahora, se trata de recuperar la vertiente singular que la Constitución otorga a las nacionalidades".El vicepresidente del Senado recuerda que la reforma de los estatutos de autonomía de las comunidades de vía lenta ha uniformado los servicios y concedido el rango de nacionalidad a algunas comunidades que no lo tenían cuando se elaboró la Constitución. "En este proceso se ha difuminado el perfil de las nacionalidades históricas, Cataluña, Euskadi y Galicia", señala.

Según Rigol, "se trata de buscar un equilibrio entre todas las comunidades. No debe haber agravios comparativos, pero hay que resaltar la singularidad de las nacionalidades sobre las regiones. Es más. El Gobierno debe hacer pedagogía de ello y destacar en la práctica que España es un Estado plurinacional".

Rigol apunta hacia el Senado, en su pretensión de ser una Cámara territorial, como otro foro en el que la singularidad de las nacionalidades quede patente. La ponencia de reforma del Senado contempla, en sus debates, el reconocimiento de la singularidad de las nacionalidades.

La fórmula que debate la ponencia consiste en posibilitar la creación de un grupo territorial con todos los senadores de la misma circunscripción autonómica cuya misión sería proteger sus hechos diferenciales, como la lengua propia.

Una de las propuestas de CiU en la ponencia consiste en que el grupo territorial pueda elevar informes, al Congreso o al Gobierno, de rechazo o enmienda a textos que consideren que vulneran los hechos diferenciales. También propone CIU que se pueda plantear el recurso de inconstitucionalidad con la mera mayoría simple del grupo territorial ante leyes que, en opinión de los senadores de una nacionalidad, ataquen sus hechos diferenciales.

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