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La amiga de Ramón Sampedro, acusada de ayudarle a suicidarse

Las hermanas Maneiro le acompañaron desde noviembre

Ramona Manciro Castro, Moncha, la amiga más próxima del tetrapléjico gallego Ramón Sampedro, fue detenida ayer y acusada de cooperar en su suicidio. Sampedro murió el lunes de la semana pasada tras ingerir un compuesto de cianuro. La mujer permanece en el cuartel de la Guardia Civil de Boiro (A Coruña). Hoy, defendida por el letrado madrileño Miguel Bajo, prestará declaración ante la nueva juez que instruye el caso.

La Guardia Civil ya había registrado exhaustivamente el domicilio de Ramona Maneiro, de 37 años, el jueves de la semana pasada, en busca de pruebas inculpatorias sobre el suicidio de Sampedro. Moncha era desde hace dos años la amiga más cercana al tetrapléjico, de 55 años.Fue Ramona quien, en noviembre pasado, organizó el traslado del enfermo desde el domicilio familiar de los Sampedro, en Porto do Son, a un piso alquilado en Boiro. Inicialmente el tetrapléjico compartió el apartamento con la hermana de Moncha, Guadalupe, de 22 años, y con el novio de ésta.

La familia de Ramón Sampedro sospechó desde el primer momento que este traslado domiciliario iba a tener consecuencias más drásticas. Ramón Sampedro llevaba 29 años inmovilizado en su cama, a causa de un accidente. Durante los últimos años, no cesó de reclamar ante los tribunales españoles e incluso comunitarios, así como en los medios de comunicación, su derecho a morir dignamente. De esa forma se convirtió en adalid de la eutanasia. Incluso llegó a publicar libros sobre el tema, basados en su dramática experiencia personal.

En las últimas semanas, según todos los indicios, había urdido con la ayuda de su círculo íntimo un plan definitivo. Guadalupe Maneiro le encontró muerto a primera hora de la mañana del día 12.

Las investigaciones judiciales se han dirigido desde entonces a identificar a quienes pudieron ayudar a Sampedro en el trance. Esta complicidad, según se admite, pudo ser múltiple: tal vez una persona adquirió el fármaco mortal, y otra depositó el vaso con el veneno en una bandeja, sobre la cama del tetrapléjico, de manera que él mismo -impedido de todo movimiento- pudiera beberlo por una pajita... Acaso esa dispersión de responsabilidades, pensaron quienes cooperaron, puede diluir los cargos penales.

También los investigadores del caso han buscado durante los últimos días un vídeo, en el que presuntamente están grabados los últimos momentos de Ramón Sampedro. De existir, la grabación tendría un doble objetivo: exculpar a posibles acusados de colaborar en su muerte y, por otra parte, generar un amplio debate social sobre la eutanasia, a partir de las últimas declaraciones del tetrapléjico y de la secuencia de su muerte. De este vídeo, sin embargo, no hay constancia oficial por el momento.

"Ramón tenia una magia especial, al oírle me sentía como volando", ha evocado Moncha estos días a propósito de su amigo. La mujer, de 37 años, tampoco ha tenido una vida fácil. Está separada, trabaja en una fábrica de conservas que se encuentra al borde de la quiebra y la mayor de sus tres hijas acaba de hacerla abuela. Ramona, según sus propias declaraciones, vio por última vez con vida a Ramón Sampedro sobre la medianoche del domingo día 11, horas antes de que falleciera y sin que nada le permitiera sospechar que eso pudiera ocurrir.

Deseo cumplido

Confesando su dolor por la pérdida del amigo, también afirmó que se sentía feliz porque él había cumplido su deseo. "Él me dijo que seguiría flotando entre nosotros, y así es, yo lo estoy notando", dijo a los medios de comunicación.Hoy declarará ante la nueva instructora del caso, Salomé Martínez, que sustituye a la primera, Luisa María Pérez Rúa. La defensa de Ramona Maneiro será ejercida por Miguel Bajo, contratado por la asociación Derecho a Morir Dignamente.

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