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EL PAPA VIAJA A CUBA

La Iglesia se queja de que la TV cubana no emita todas las misas del Papa

La Iglesia católica no está satisfecha con el espacio cedido por el Gobierno cubano a la visita del Papa en los medios de comunicación oficiales. Hubiera deseado la retransmisión en directo por televisión de las misas pontificias en la ciudades de Santa Clara, Camagüey y Santiago, y haber podido anunciar con tiempo y emisiones propias el histórico viaje de Juan Pablo II.

De momento, y a la espera del resultado de las gestiones en curso, el pueblo cubano únicamente podrá seguir el desarrollo de la Eucaristía del día 25 en La Habana. El arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, calificó ayer de "deficiente" el tratamiento dispensado por el Gobierno a ese aspecto y negó, por otra parte, que el Papa y el Episcopado local puedan llegar a mediar en una hipotética transición política en la isla porque ésta no ha sido planteada. Una y otra vez, en una masiva conferencia de prensa, el cardenal cubano deslindó el carácter pastoral de la visita -"profundamente espiritual"- de cualquier consideración política, que fue descartada.Uno de los asuntos más peliagudos en la preparación de la gira papal ha sido su divulgación. A dos días de la llegada del obispo de Roma al aeropuerto internacional de La Habana, el cardenal reclamó mayor generosidad oficial. "Nosotros desearíamos que al menos la coronación de la Virgen de la Caridad del Cobre fuera también retransmitida a toda la población cubana porque interesa a todo nuestro pueblo, en la misa del sábado en Santiago de Cuba. Si al menos las misas de Santa Clara y Camagüey no pueden ser en directo, también deseríamos que fueran en diferido en los horarios de la televisión cubana".

A pesar de que fuentes católicas han reconocido que en noviembre el disgusto del episcopado cubano era grande porque la actitud de algunos funcionarios retrasaba la preparación de la visita, Ortega rechazó que ésta hubiera peligrado: "Obstáculos que la hayan puesto en peligro no ha habido". Reconoció, sin embargo, "problemas con la presencia del mensaje católico en los medios", respondió. "No es lo que nosostros hubiéramos deseado. No un acceso quizás excesivo, hasta agotar al pueblo con la visita papal, pero sí más espacio, con más tiempo anteriormente. Y la posibilidad de acceder con alguna frecuencia por lo que puede llamarse en el lenguaje radiofónico o televisivo, por medio de spots [cuñas]. Salir anunciando con nuestra voz, con nuestro método de convocar, invitando nosotros mismos. Yo creo que en este aspecto sí, nosostros lo cosideramos, con respeto a nuestra participación, como deficiente".

Liberación de presos

Se inquirió del prelado una respuesta sobre una posible amnistía o liberación de presos políticos con motivo de la visita. "Acerca de esto no tengo ninguna información que dar", respondió. Respecto a la convocatoria de Fidel Castro a que la militancia revolucionaria reciba masivamente al Papa, Ortega dijo que se trata de una convocatoria paralela a la efectuada por la Iglesia, "no me atrevería a decir simultánea".Aunque el primer objetivo del episcopado es ampliar su espacio a la evangelización, el arzobispo fue preguntado sobre la posibilidad de que la Iglesia pueda jugar un papel determinante en una futura transición política. Prudente siempre, el purpurado se escudó en la separación de poderes y competencias. "Primero creo en la separación de la Iglesia y el Estado, lo cual significa que no es bueno mezclar realidades que son de los Estados o de las Iglesias". Citó una realidad obvia: "Aquí no hay ningún proceso de transición que haya sido presentado por las autoridades de la nación, y mucho menos, la Iglesia ha sido llamada para una tarea de este tipo. No hay nada que tenga que ver con esto".

En otro momento de una conferencia de prensa cubierta por medios de todo el mundo, el arzobispo dijo que el Papa atenderá a la Iglesia y al pueblo cubano: "Hablar de una visita al régimen significa desvirtuarla un poco. Hay una tendencia, que hay que evitar, que es presentar la visita como la aprobación de un sistema, de un régimen, o destinada a desestabilizarlo". Para el cardenal, el renacer de la religiosidad en Cuba es esperanzador. "Hemos visto no sólo a miles, ni decenas de miles, sino a cientos de miles de cubanos acercarse multitudinariamente a la Iglesia cuando la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba, peregrinaba por nuestras parroquias en todo el país. Han dado muestra de una fe que, quizás dormida, quizás ocultada, se manifiesta ahora".

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Respecto a la exclusión de los cultos afrocubanos de alguna reunión con Wojtyla, protestada por sus sacerdotes, Ortega subrayó su invitación a la Plaza de la revolución. "Los consideramos parte de una misma familia católica. Algunos han tratado de separar lo que nunca ha estado separado. No hagamos de esto un pseudo problema".

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