Centro Remar de Arganda
Le hago llegar este escrito en relación a dos artículos publicados. Respecto al primero de ellos, de fecha 14 de enero, hace mención a algunos datos que son totalmente incorrectos: la Asociación Remar en ningún momento ha cobrado a los enfermos por sus servicios, es más, se atiende a un gran número de personas totalmente gratis. Los asistentes sociales de cualquier centro penitenciario les podrían haber informado del número de internos que nos envían cuando están desamparados.Si bien es cierto que los centros de Arganda no tienen las licencias administrativas pertinentes, también es cierto que se trata de un trámite administrativo, que desde estas oficinas se está intentando solucionar, pero que durante estos trámites no se pueden dejar abandonadas en la calle a estas personas que no tienen ningún lugar donde acudir. Lo que debería hacer la Agencia Antidroga es promocionar y colaborar en la concesión de subvenciones para poder homologar estos centros, subvenciones que nos han sido denegadas en el año 1997 por falta de presupuesto.
Respecto al artículo de fecha de 16 de enero, en relación a la muerte de Ricardo S. P., parece que se vuelve a recalcar -el tema de la licencia, sin hacer especial hincapié en la presunta negligencia por parte de los operarios del Departamento de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Arganda. ¿Quizá el primer teniente de alcalde de Arganda, Miguel Ángel Quintana, quiere defender esta imprudencia a través de un ataque directo con un tema que nada tiene que ver con los hechos acaecidos? Ricardo S. P. no se ofreció voluntario para limpiar el interior del pozo, y en el caso de que así fuera me extraña mucho la actitud "de unos trabajadores que están haciendo todos los días lo mismo y que cuentan con una consolidada experiencia", que en base a la misma deberían ser conscientes del peligro que esto entrañaba para una persona que por muy voluntaria que fuera no estaba capacitada para realizar esa tarea. Si la Comunidad está estudiando cómo derivar a los enfermos a distintos centros sanitarios, me complace saberlo, ya que hasta ahora parece ser que tienen una asignatura pendiente, puesto que, como he comentado antes, son numerosos los centros penitenciarios y hospitales que solicitan de nuestra asociación plazas para acoger gratuitamente a enfermos terminales de sida que son rechazados por la sociedad y por las instituciones públicas.-
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