González pide que se concrete su margen de maniobra antes de aceptar mediar en Serbia

Felipe González quiere que se concrete más el plan de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en el proceso de democratización de Serbia antes de aceptar una nueva extensión de un mandato de mediación, como pretende Estados Unidos. Así se lo expresó el viernes por la noche al embajador Robert Gelbard, representante especial del presidente Bill Clinton para los Balcanes, con quien se reunió durante más de tres horas en Madrid Gelbard calificó de "totalmente positivo" el encuentro con el ex presidente español. Un portavoz de González declaró que "los norteamericanos le van a poner muy difícil a González decir que no".

González y Gelbard acordaron continuar sus conversaciones "dentro de poco tiempo" para seguir perfilando la misión mediadora en Serbia y Montenegro. Fuentes socialistas señalaron que Estados Unidos está preocupado por la situación que se vive en Kosovo y esperanzados con la llegada a la presidencia de Montenegro de Milo Djukanovic, que sin duda introducirá cambios en las relaciones con Belgrado. Gelbard reiteró ayer su advertencia al ex presidente Bulatovic o "a cualquier otro personaje" que no intenten detener el proceso democrático en Montenegro.El embajador norteamericano no regateó elogios para la figura de González en una conferencia de prensa improvisada en el aeropuerto de Barajas antes de emprender su regreso a Washington. "González es el hombre ideal para cumplir, esa misión, que es sumamente díficil", señaló el embajador norteamericano, quien insistió en que el ex presidente del Gobierno goza de un "enorme respeto y confianza" del presidente Bill Clinton, del Departamento de Estado y de él mismo.

EE UU considera que todavía está vigente el mandato de la OSCE que González aceptó en 1996 cuando medió entre Slobodan Milosevic y la oposición triunfadora en las elecciones municipales, que había sido desposeída de su victoria fraudulentamente por el presidente serbio. "La misión de González tuvo dos partes. La supervisión de las elecciones municipales y el proceso de democratización en Yugoslavia", declaró Gelbard, que señaló que la segunda parte de la misión está todavía abierta, ya que no hay democracia.

"Vamos a seguir hablando, pero estoy muy satisfecho de la reunión de anoche y así se lo comuniqué el mismo viernes por la noche a la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright".

Un portavoz socialista indicó que González quiere conocer con más detalle el margen de maniobra que tendría en caso de aceptar la misión mediadora, pero quedó favorablemente impresionado de la exposición que le hizo el embajador Gelbard, al que calificó como un hombre "inteligente, capaz y persuasivo". González y Gelbart se reunieron en una cena celebrada en la residencia del encargado de negocios de la embajada norteamericana, Lawrence Rossin, donde el embajador recibió, ayer por la mañana, en un desayuno de trabajo, al director de la Guardia Civil, Santiago López Valdivieso, para analizar el papel de la policía internacional en Bosnia.

El embajador norteamericano llegó el viernes por la tarde a Madrid después de visitar Bosnia, Serbia, Montenegro y Croacia, donde se entrevistó con los principales líderes de la región. Gelbard aprovechó su contacto con la prensa española para elogiar la gestión de Carlos Westendorp como alto representante civil en Bosnia. "Tenemos plena confianza en Westendorp", señaló e indicó que si se le preguntaba por qué están pidiendo la ayuda de "tantos españoles", diría que "aquí hay gente de muy altas habilidades y necesitamos ese tipo de personas para lograr resultados positivos en las situaciones conflictivas que se han producido en el mundo después de la guerra fría".