El miedo del SPD
La ley tenía suficientes apoyos teóricos para ser aprobada por el Bundestag, tras ser consensuada por la coalición gubernamental encabezada por el canciller Helmut Kohl con la principal fuerza política de la oposición, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). El SPD está desgarrado entre el miedo a facilitar posibles violaciones de derechos fundamentales y la necesidad de parecer serio en la lucha contra la delincuencia, tema que será uno de los campos de batalla de la campaña electoral.Ese desgarramiento del SPD explica que el grupo parlamentario socialdemócrata se dividiera en dos bandos el jueves, cuando dio un repaso final a la ley. Según Rudolf Scharping, el jefe del grupo, un 60% de los diputados socialdemócratas era favorable al documento y un 40% estaban en contra. A esa fractura cabe atribuir que la ley fuera aprobada con menos apoyo de lo esperado y pasara el umbral crítico de los dos tercios por sólo cuatro ajustados votos.
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