El líder de CiU confía "plenamente" en que la reforma del IRPF no afecte a las autonomías

, Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Cataluña, manifestó anoche que confía "plenamente" en la palabra de José María Aznar y de Rodrigo Rato de que la reforma del Impuesto sobre el Rendimiento de las Personas Físicas (IRPF) no afectará a la financiación autonómica. Por si acaso, el presidente catalán recordó que la LOFCA (Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas) garantiza que los ingresos de las autonomías no se verán afectados.

El líder nacionalista ponía así sordina a la desconfianza que esa reforma había provocado en el seno de su Gobierno y en la coalición Convergència i Unió (CiU). De todas formas, Pujol dijo que está a la espera de conocer el proyecto concreto del Gobierno para opinar de forma definitiva.

En cambio, puso el acento en otro aspecto de la reforma del IRPF que proyecta el Gobierno de José María Aznar: a qué sectores sociales beneficiará y a cuáles perjudicará. El presidente catalán dijo que confía en las garantías de Rodrigo Rato y de Aznar de que no se va a favorecer a los ricos en detrimento de las clases medias y medias bajas, pero precisó que está a la espera de conocer con detalle el proyecto del gabinete conservador.

Diferencias

Pujol recordó que la reforma del IRPF estaba presente tanto en el programa electoral del Partido Popular como en el de CiU, pero recordó que entre uno y otro había "diferencias sustanciales que ahora aflorarán". El líder nacionalista llevó bajo el brazo a La Moncloa un estudio que encargó en su día previendo lo que podría pasar con la aplicación del compromiso electoral del PP. Aunque una y otra vez afirmó que no se va a pronunciar hasta conocer los proyectos con detalle, de sus palabras se dedujo que está preocupado por la orientación social de esta reforma del impuesto directo más importante del país.El líder nacionalista catalán ratificó la intención de CiU de orillar las diferencias con el PP que se han manifestado en los últimos tiempos (ley del catalán, decreto de humanidades, etcétera) con el fin de no perjudicar la estabilidad política, garantía, según él, de progreso económico y social. "Existe la Voluntad de que los puntos de desacuerdo no tengan un efecto destructivo sobre el conjunto de nuestra colaboración", afirmó.

No pudo evitar, sin embargo, hacer referencia al incumplimiento del Gobierno en el compromiso de acometer obras de infraestructura en Cataluña en el año 1997. Pujol espera que en 1998 se corrijan estos incumplimientos. Ayer se trajo una lista de infraestructuras necesarias según él para que Cataluña, y con ella toda España, mantenga y aumente su competitividad. En concreto, la ampliación del aeropuerto y del puerto de Barcelona, el desvío del río Llobregat, así como obras de saneamiento.