Un rescoldo en el universo

, Por primera vez los astrónomos han logrado detectar el tenue resplandor en infrarrojo de todo el cosmos. Es la radiación, muy fría, emitida por el polvo interestelar que han calentado todas las estrellas que han existido desde el inicio del universo, como si al apagar todas las luces de una habitación se detectase el rescoldo, invisible para el ojo humano, remanente en las paredes, el techo y los muebles.

Esta imagen completa de la radiación infrarroja del universo permite a los científicos poner límites a la cantidad total de energía emitida por las estrellas, lo que mejorará los modelos teóricos que explican cómo se forman éstas y las galaxias y cómo han evolucionado a partir de la gran explosión incial o Big Bang.

Los clásicos telescopios ópticos no ven esta luz infrarroja. La composición global ahora ha sido obtenida tras varios años de análisis de los datos tomados por el satélite Cobe, de la NASA. El investigador principal de este proyecto es Michael Hauser, del Instituto Científico del Telescopio Espacial Hubble (Baltimore, EE UU).

El Cobe ya había hecho una contribución fundamental a la cosmología al identificar sutiles variaciones de temperatura en la radiación, de fondo de microondas, generada cuando el universo era muy joven, y hasta entonces aparentemente homogénea. Pero la detección del fondo de infrarrojo es especialmente difícil porque el cielo está lleno de radiaciones mucho más energéticas, desde la luz visible hasta los rayos X y rayos gamma, que enmascaran la débil banda de infrarrojo. Es como grabar un susurro en unos grandes almacenes llenos de gente, música y otros ruidos.

Hasta ahora, los telescopios que escudriñan el universo en infrarrojo, en órbita o en tierra, se apuntan hacia regiones muy reducidas del cielo donde estudian fenómenos concretos. Nunca se había compilado una imagen de toda la bóveda celeste en este rango de frecuencias.