Sorpresa en la Administración regional

, Leopoldo del Pino, director general de Industria de la Comunidad de Madrid, se mostró ayer "muy sorprendido" por el informe de la OCU sobre la presunta estafa en gasolineras. Y explicó: "Los resultados de esta organización de consumidores son muy diferentes a los que obtenemos nosotros. La verdad es que no tienen nada que ver. En 1997 sólo abrimos expediente a 24 de las 385 estaciones que hay en Madrid. De los 24 expedientes ya se han resuelto 17, y todos han resultado negativos. Quedan por resolver siete aún, pero dada la tendencia muy posiblemente también sean negativos".

Del Pino relató ayer que la Comunidad cuenta con dos inspectores para controlar todas las estaciones de servicio de la región. "Se hace una inspección anual de cada surtidor. Los técnicos visitan las estaciones sin avisar, pero identificándose tal y como marca la ley. Como jamás avisan de que van a presentarse en las gasolineras, es muy difícil que alguien pueda hacer trampas y que estas trampas pasasen inadvertidas. Desde que el inspector se identifica hasta que se acerca al surtidor no pasan ni cuatro minutos. No creo que nadie pueda manipular una bomba a distancia".

El director general de Industria reconoce que sus inspectores no desmontan nunca los surtidores para comprobar si tienen los precintos, a no ser que las mediciones efectuadas sean negativas. "El técnico certifica que las cubetas donde se hacen las comprobaciones marcan lo esperado. Si se registrase una desviación muy grande, entonces se abriría el surtidor".

La Comunidad va a emprender en breve nuevas inspecciones a las estaciones de servicio señaladas por las asociaciones de consumidores. "Como son una organización seria, les pediremos que nos acompañen", anuncia.