Abucheos a Cristina Sánchez

, En una tarde en la que el atractivo del cartel era la reaparición de Cristina Sánchez, el triunfador fue Eulalio López El Zotoluco y Cristina fue abucheada en sus dos oponentes.

Con armonía y su acostumbrado pundonor, El Zotoluco hizo uña meritoria labor. Aunque el adversario que abrió plaza cabeceaba y se detenía a medio viaje, lo dominó a base de aguantarlo y técnica. Cargándole la suerte ensayó series de limpios y bellos naturales. Cuando al animal se le acabó el gas, el diestro se metió a la cuna de los pitones y lo enceló para que siguiera embistiendo y continuó su faena ligando tandas de pases y adornos por abajo.

El espada de Azcapotzalco saludó de hinojos al encastado cuarto -aplaudido en el arrastre- con dos espectaculares largas cambiadas y prosiguió con rítmicas verónicas. Hizo un quite en el que plasmó dos chicuelinas que abrochó con una media de cartel. Con la pañosa estuvo por encima del buen estilo del astado y escuchó la diana en su honor por su inmaculado toreo por el lado izquierdo. Perdió el trofeo por no acertar con el acero.

A Arturo Gilio se le vio desconfiado y sin sitio. Al pegajoso segundo lo capoteó y muleteó con indecisión. Sólo se lució con las banderillas, especialmente con un temerario par al hilo de tablas que colocó por dentro al quiebro y que motivó cerrada ovación de la concurrencia que se puso de pie. Apenas al final de su aburrido y desastroso desempeño con el quinto -aplaudido en el arrastre- se enteró Gilio de su fijeza pero era demasiado tarde.

Cristina Sánchez consiguió llevar nuevamente a la gente a la plaza, pero ésta salió decepcionada de su actuación. Con el tercero, que derrotaba, peleó con donaire las bruscas embestidas del bicho, pero se la vio falta de recursos. En algunos pases aislados corrió la mano con tersura pero fue desarmada varias veces.

Con el bravo sexto, la madrileña mostró agallas, pero al concluir un trabajo sin mayor trascendencia y creyéndose triunfadora, se olvidó dé en qué plaza estaba y, como si se tratara de una capea, tiró la muleta a la arena y salió garbosamente. La afición demostró su repudio a este desplante con abucheos.

Oreja a El Juli

El novillero español Julián López El Juli cortó una oreja en el festejo celebrado el domingo en la población mexicana de Guadalajara, informa Efe.Con media entrada, se lidiaron seis novillos de Mariano Ramírez, carentes de fuerza y emotividad; uno de Covarrubias, malo, y otro bueno de La Llave, los dos últimos de regalo. El mexicano Enrique Cuate Espinosa, ovación, silencio y palmas. El Juli, aplausos, silencio y oreja. Alberto Espinosa, oreja y ovación.