El Siglo de la Reproducción
Como el espionaje cubano siga luciéndose en plan zarpas, colocando micrófonos en la Intimidad del Sumo Carismático, el bobo de Fidel (quien sin duda espera que al pontífice que llegó del frío se le escape, entre un ángelus y un cuatro esquinitas tiene micama, la variedad de ging-seng que le dan en el Vaticano junto con el café con leche) va a tener que reinstaurar la semana santa, consigo mismo en el papel de vinagre enpunta de lanza.Pero por mucho que nos escandalice el Papagate, reconocerán, queridos, que lanoticia bomba de esta semana es que Dolly ha tenido un affaire. Por lo normal, tal que Mar Flores (especialista en darle celos al novio de turno dejándose sorprender con otro en lugar público: a ver si aprendemos). En fin, creo que debemos congratularnos de que Dolly haya echado un polvo con un apuesto carnero de orígenes francamente normales (¿y quién es él, en qué lugar, etcétera? Un polvo de ñaca-ñaca, como los que usted y yo (cada cual por su cuenta, desde luego) solíamos. Mon Dieu, hasta lasovejas clónicas se lo montan. Y ello no es todo: Dolly ha conseguido lo que es el sueño oficial de toda mujerdigna de que la aprecie Fraga, lo que más deseis millones de norteamericanas desean y nopueden: será madrrrrre.
¿Llegará la novedosa preñez ovina a buen término? ¿Se abrirá así un nuevo camino al avance imparable de la humanidad? ¿Se forrarán unos cuantos con los rebaños resultantes? ¿Repartirán las proteínas entre la población mundial desnutrida y hambrienta? Y los vegetarianos, ¿tienen algo que decir? Cuestiones candentes.
Lo que nadie puede negar es que el siglo que termina no ha resultado ser el de las nuevas luces que querían los utópicos ni el de la guerra total nuclear que temían nuestros padres: ha sido, es aún, el Siglo de la Reproducción en sus múltiples variantes, del in vitro a la adopción, con el sueño de la clonación en el horizonte. Van todas como locas a que las inseminen, las manipulen, les pongan cositas raras dentro, les saquen cositas de dentro y las hagan crecer en tarro; y ellos todo el día yendo y viniendo del banco de semen a casa y de casa al banco de semen. Semejante frenesí reproductivo seguro que obedece al miedo al nuevo milenio, y hasta las folclóricas muestran la furia adoptiva, mucho más encomiable, por otra parte.
Por un lado, hay gente dispuesta a suicidarse para conmemorar el fin del mundo en versión una hora menos en Canarias (a los peninsulares nos hubiera alcanzado a las 21.00, dándome tiempo a ver en Tele 5 el capítulo de El súper), aunque menuda frustración: para una vez que la poli descubre a treinta y pico fanáticos juntos, va y los salva. Pero como iba diciendo: ante las incógnitas que plantea el milenio en puertas, hay quien siente el mandato de la secta, y quien siente el mandato de la ameba primigenia, que se empeñó en poblar la tierra y así estamos. Sin embargo, y pese a la buena prensa de que goza la fertilización en cadena (frente a la timorata, cuando no represiva actitud respecto al aborto libre y gratuito), el asunto no es tan de color rosa bebé como lo pintan. En Estados Unidos, una de las compañías aseguradoras privadas más importantes, la Aetna, pretende dejar de cubrir la prestación fertilizante, que sale por un ovario / testículo y ha hecho desplazar al cielo el grito de sus accionistas de Wall Street. Y no nos engañemos: la clonación de humanos se va a poner en un pico, mucho más que las 120.000 que cuesta la puñalada (precio unidad/ esposa), al menos hasta que se perfeccione el método y puedan clonar Pinochets, secreta aspiración de las Fuerzas del Mal (no quiero dar nombres), para ponerlos y sacarlos conforme los vayan necesitando. Ahora mismo les vendría de coña disponer de un clon / Pinochet rebajado de fascismo para sentarlo en el Senado sin que a los demócratas chilenos les deprima la representación viviente y cotidiana de su vergüenza nacional. A ver si mi héroe García-Castellón lo acorrala.
Al auténtico. Como soñar no cuesta nada, durante unos días fantaseé con que el movimiento de parados franceses preparaba su particular full monty. Aunque Jospin sólo quiera darles la hoja de parra, le echaron ingenio. Que falta hace y hará en el futuro, cuando en el desempleo ingresen también los adoptados, los de probeta y puede que hasta los clones.
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