La sonda 'Lunar Prospector' retomará la investigación de la Luna

Tras la reparación del radar de la base espacial de cabo Cañaveral que provocó ayer el retraso del lanzamiento de la sonda automática Lunar Prospector, el despegue del cohete estaba previsto para la madrugada de hoy, a las 3.28 hora peninsular. Sin el radar, no se podía hacer el seguimiento del lanzamlaiento. Dada la trayectoria de Lunar Prospector, que tarda cuatro días y medio en llegar a la Luna, sólo hay dos oportunidades de lanzamiento cada mes y la próxima no será hasta febrero. La NASA danunció ayer que en la sonda van 28 gramos de cenizas del famoso astrónomo Eugene Shoemaker, muerto el año pasado.Los objetivos científicos de la misión incluyen aclarar si hay agua, en forma de hielo, en la Luna y tomar datos para confeccionar mapas globales y detallados de composición y campo magnético.

A diferencia de la Tierra, la Luna no tiene un campo magnético global. Sin embargo, muestra magnetismo muy débil y Variable de un lugar a otro en su superficie, con oscilaciones entre valores cien y 10.000 veces más débiles que los de la Tierra. Estos lunares magnéticos pueden ser remanentes de un campo primitivo o pueden deberse a impactos de meteoritos. Descifrar esta incógnita ayudará a conocer la historia del satélite natural de la Tierra.

"Esperamos que haciendo el mapa magnético de toda la Luna y comparando los resultados con rasgos de la superficie y los resultados de otros mapas que hará el Lunar Prospector podremos solucionar este rompecabezas y descubrir cómo era el campo magnético original", ha explicado el físico Robert Lin, de la Universidad de Berkeley, responsable del reflectómetro de electrones que rastreará el magnetismo lunar.

Lin era ya el científico responsable de los magnetómetros que llevaron los astronautas a la Luna en 1971 y 1972 y que detectaron por primera vez el débil campo magnético lunar. Entonces sólo se hicieron mediciones de un 10% de la superficie. Ahora, la Lunar Prospector cubrirá todo el satélite en seis meses de observación desde su órbita polar tomando datos con resolución de 20 a 30 kilómetros. Durante el tiempo restante de la misión (hasta un año), el mismo instrumento se centrará en los punto de magnetismo más alto con escala de uno a dos kilómetros.

Algunos de los lunares magnéticos de la Luna, como el Rima Sirsalis, pueden tener unos 3.800 millones de años y ser residuales de un intenso campo magnético primitivo que después se desvaneció. Otros puntos de alto magnetismo relativo seguraménte se deben a impactos posteriores de asteroides.

En total cinco instrumentos científicos van a bordo de la Lunar Prospector -ninguno es una cámara para tomar imágenes- que permitirán investigar cuestiones como la evolución de la corteza, los procesos tectónicos y de erosión y la fonnación del núcleo interno.

La exploración espacial del satélite empezó en 1959, con la sonda soviética Luna que primero sobrevoló ese cuerpo celeste. En 40 años decenas de artefactos se han enviado a estudiar la Luna. En concreto, entre 1964 y 1972 sólo la NASA envió 22 misiones allí. Doce astronautas estadounidenses en el programa Apollo pisaron ese desolado mundo vecino entre 1969 y 1972 y trajeron a la Tierra en total 400 kilos de rocas lunares. Pero la investigación científica no era el objetivo del programa Apollo.

¿Como se formó la Luna? No está claro, pero hay tres teorías. Según la primera, y posiblemente la que cuenta con más partidarios ahora mismo, la Luna se formó hace 4.500 millones de años cuando un enorme objeto chocó contra la Tierra y salió despedido material a partir del cual se formaría el satélite. Esta es la teoría del impacto. Otra, la de la fisión, propone, que la Tierra, en los primeros días del Sistema Solar, expulsó una porción de materia de la que se originaría la Luna. Por último, la teoría de la captura dice que la Luna se formó en cualquier otro lugar del Sistema Solar y que fue capturada gravitacionalmente por la Tierra.