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El saxofonista Bill Evans afirma que nunca estuvo involucrado en el mensaje social del 'rap'

El músico norteamericano presenta un nuevo disco alejado del mestizaje del 'hip hop'

Hace unos años, la irrupción del hip hop conmocionó el mundo del jazz aportándole un vendaval de ideas y posibilidades rítmicas. Todo indicaba que el futuro del jazz pasaba por el mestizaje y que los ritmos raperos iban a marcar pauta. Muchos jazzmen se apuntaron y entre los que más y mejor utilizaron el hip hop estaba Bill Evans, ex saxofonista de Miles, Davis. Tres años después, Evans publica un disco con el que se aleja totalmente de esa estética y recupera sonoridades acústicas. "Nunca estuve involucrado en el mensaje social del rap", dice el saxofonista.

Starfish and the moon (Escapada / Enfasis), que así se llama el nuevo disco de Evans, ha sor prendido a propios y extraños Bill Evans (Illlinois, 1958) abandona un camino de éxito, que había popularizado su nombre incluso en círculos ajenos a los circuitos de jazz, para recuperar una línea más ortodoxa, sin el menor trazo de hip hop en su música. "Con este disco he buscado melodía y emoción", ex" plica el saxofonista y compositor norteamericano en una entrevista con este diario. "No es un cambio. Simplemente he querido mostrar una cara dierente de mi personalidad. Yo sigo tocando el saxo igual que siempre, pero con una intensidad diferente en los ritmos, y no creo que a eso se le pueda llamar cambio".

La voz como instrumento

A pesar de la afirmación de Bill Evans, la ausencia de raperos y un tratamiento étnico de las voces, con sonoridades de puntos tan alejados como Brasil y Anatolia, marcan un cambio importante en su propuesta. "No utilicé el hip hop porque fuera una moda, ni ahora he de dejar de usarlo porque la moda haya pasado", afirma".Y añade en su defensa: "No tengo una conciencia muy clara de las modas. Para mí el ritmo es sólo ritmo y no me importan las tendencias. La voz es un instrumento más, como el saxo, y cuando trabajé con raperos lo que les pedía era que improvisaran con la voz y no que repitieran consignas. No buscaba el contenido de las palabras, sino su ritmo".

La utilización actual de la voz por parte de Bill Evans elude los textos. "Nunca estuve involucrado con el mensaje social del rap", insiste. "Si existía en mi música no era mi máxima preocupación. Lo que yo quería era que mis raperos dijeran algo positivo, que no fueran las chorradas habituales que se suelen decir en este tipo de música. Además, como músico de jazz blanco lo que no me interesaba era la polémica social entre negros y blancos, que aunque sirva para vender discos no tiene nada que ver con mi pensamiento. Los raperos que trabajaban conmigo querían hablar de esas cosas, pero yo no les dejaba porque quería mantenerme al margen de esta polémica".

Bill Evans ha abandonado el hip hop al mismo tiempo que otros Jazzmen que también se habían acercado a esa música buscando la panacea. "Se ha hecho tanta mezcla de hip hop y jazz que ha empezado a ser ya algo repetitivo", opina. "Para seguir estando interesado en mi trabajo necesito cambiar, hacer cosas diferentes, y creo que el público también agradece los cambios. Ahora vienen a mis conciertos gente joven que me conoce por el rap y se quedan enganchados en el ritmo de la guitarra, y vienen adultos que valoran más el contenido melódico y acústico. Todo el mundo está féliz".

Gira por España

Durante los próximos meses de febrero y marzo, Bill Evans realizará una gira musical por 10 ciudades españolas para presentar este nuevo disco, Starfish and the moon, y en ella espera evaluar la respuesta del público ante el cambio.El saxofonista Bill Evans pasó del anonimato a la primera plana de la actualidad musical cuando hace ya 18 años, en 1980, entró en el grupo del mítico Miles Davis. "Fue excitante", recuerda ahora. "Pasé directamente del college universitario al grupo de Miles. Para mí fue muy importante porque me obligaba a superarme cada noche como no hubiera tenido que hacerlo en ningún otro grupo. Entonces no era consciente de lo que estaba viviendo. Pensaba que esto de hacer música era un chollo: tocar delante de grandes audiencias y ganar mucho dinero. Al dejar a Miles Davis, me di cuenta de repente de que la realidad era muy diferente".

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