El Guggenheim convierte a Bilbao en destino turístico con 260.000 visitantes en dos meses
El museo bate el récord de asistencia en un día a un centro de arte español
, El diario británico The Times anuncia viajes de fin de semana para visitar Bilbao, y en concreto el museo Guggenheim de arte contemporáneo proyectado por el arquitecto Frank Geliry. Franceses, italianos, norteamericanos o japoneses aguantan durante estas fiestas colas de hasta cuatro horas para visitar una obra con la que Bilbao ha entrado en la lista de destinos turísticos internacionales. Según sus promotores, el museo, que ha atraído ya a 260.000 visitantes desde su inauguración el 18 de octubre, e está convirtiendo en la mejor campaña publicitaria del País Vasco.
"Ha sido un verdadero revolcón en positivo", afirma la consejera de Turismo, Consumo y Comercio del Gobierno vasco, Rosa Diez. "Antes, a cada sitio del mundo que íbamos para enseñar el País Vasco te preguntaban por las bombas y las barricadas. Hoy te preguntan por el Guggenheim y nosotros podemos mostrar un país abierto, que no se mira al ombligo ni se resigna. Ahora es un punto blanco en el mapa turístico internacional".La arriesgada apuesta de invertir en cultura alrededor de 20.000 millones de pesetas y elegir como sede Bilbao -una capital industrial escasamente turística en una comunidad autónoma con poco más de dos millones de habitantes- tuvo que vencer serias resistencias. Pero el Guggenheim ha superado en estos días, con unos 10.000 visitantes diarios, el récord de
asistencia a un museo español.
Nuevas ideas
Sus promotores se muestran satisfechos ahora ante las colas de cientos de visitantes, pero la incógnita está en saber cómo se mantendrá el interés. Juan Ignacío Vidarte, director del Guggenheim, asegura que el museo, con el gran impacto internacional que ha generado, "no se puede permitir el lujo de no continuar con una gran programación". La muestra inaugural -una espectacular selección de 250 obras de los fondos del Guggenheim Nueva York-, prevista hasta febrero, se alargará un mes. Después, el criterio es programar dos grandes exposiciones y dos de menor entidad, más la colección permanente, que se nutre y regenera con los fondos de la institución neoyorquina: más de 10.000 obras.La audacia del edificio de tres plantas, obra del arquitecto de origen canadiense Frank Geliry, no deja a nadie indiferente. En las últimas semanas, una mezcla cosmopolita de ciudadanos ha dado a la zona del museo un nuevo aire. Dentro, los delicados cuadros de Picasso, Kandinsky, Mondrian, Paul Klee, Rothko o Modigliani se complementan con otros de gran formato -Warhol, Lichtenstein, Gilbert & George...- y esculturas como la gran serpiente de acero de Richard Serra, cuyo interior recorren familias enteras.
La navaja-barco de Claes 0ldenburg o el laberinto de Robert Morris son otras piezas que despiertan gran curiosidad. "Es algo a lo que se tiene que acostumbrar nuestra retina, a lo más moderno del arte", observa Mari Carmen Garmendia consejera de Cultura del Gobierno vasco: "Tenemos que ayudar a la gente a superar un posible rechazo inicial".
Babelia
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