Telefonica difundió un catalogo de tarifas y servicios para vender datos de los usuarios

Telefónica Publicidad e Información -filial de la Compañía Telefónica- ha distribuido propaganda selectiva (a personas y empresas determinadas) donde ofrece la venta de datos de los usuarios seleccionados según los criterios que marque el cliente. Y las correspondientes tarifas. Como indica la carta que el presidente de Telefónica, Juan Villalonga, dirigió el viernes a todos los usuarios, la empresa filial sólo ofrece datos que ya figuran en el listín; el truco radica en la pregunta que se haya planteado: se pueden pedir, por ejemplo datos de grupos de ciudadanos con poder medio, bajo o alto de compra; o de todos aquellos que residan en un chalé de zona urbana. Y la Compañía sólo responderá, en efecto, con datos que figuran en la guía: el número, el nombre completo y la dirección de todos los seleccionados.

La carta de Juan Villalonga a los abonados tenía por objeto "disipar las dudas que algunos medios de comunicación han creado" al informar sobre el uso comercial que Telefónica hace de los datos personales de sus clientes (véase EL PAÍS del 23 de diciembre). La carta de Villalonga dice en uno de sus párrafos: "Quiero dejar constancia de que en ningún caso, ni con su permiso ni sin él, Telefónica va a ceder datos de sus clientes, es decir de usted, que no sean ya públicos. Para decirlo con mayor claridad, los únicos datos que con su autorización cederíamos a terceros serían su nombre, dirección y teléfono, tal y como actualmente figuran en la guía".Frente a esta frase, los folletos que distribuye Telefónica /Publicidad e Información desde hace dos meses. dicen exactamente: "Figuran en nuestra base de datos los 11 millones de hogares con teléfono. Sus clientes potenciales están allí. Sabemos quitar a los que no son, dejando sólo aquellos que le interesan. Al cruzar y enriquecer nuestra base de datos con otras fuentes públicas de información estadística, podemos confeccionar listas microsegmentadas de sus clientes potenciales". Y la publicidad que Telefónica inserta en Internet resalta: "Coditel [el servicio informático de datos] le sirve en bandeja los clientes potenciales que más le interesan, al corresponder a las características que usted define; desde la localización geográfica y el sexo hasta el poder de compra, el nivel de formación y otros aspectos claves".

El tipo de selección que ofrece Telefónica en sus folletos hace suponer que las "fuentes públicas de información estadística" guardan relación con el censo. En teoría, una empresa no puede disponer de él, pero a esos datos tienen acceso los partidos que se presentan a unas elecciones. Y eso ha venido provocando la concurrencia de pequeños grupos que elaboran a duras penas sus candidaturas con el único propósito de obtener el censo para luego venderlo. Una persona que se interesó por estos servicios de publicidad directa (teléfono 900 100 031) recibió la explicación verbal, según ha comunicado a EL PAÍS, de que efectivamente los datos de Telefónica se cruzan con los del censo.

La carta de Villalonga continúa: "Se preguntará usted, por tanto, ¿por qué solicitamos su autorización si los referidos datos ya son públicos? La respuesta es sencilla. Telefónica quiere, como siempre, cumplir con la ley en su interpretación más restrictiva, tal como nos fue indicado por la Agencia de Protección de Datos".

La Ley Orgánica de Regulación del Tratamiento Automatizado de Datos, aprobada en 1992, indica textualmente: "El tratamiento automatizado de los datos de carácter personal requerirá el consentimiento del afectado". Por el contrario, la circular que está enviando Telefónica, y que ha desatado la polémica, anuncia que los datos de los abonados se utilizarán mientras éstos no dispongan lo contrario (la circular no expresa cómo se ha de manifestar tal negativa; ni garantiza que todos los usuarios hayan recibido el aviso). Por tanto, Telefónica hace la "interpretación restrictiva" de que alguien que no ha dado el consentimiento en realidad lo ha dado.

El gabinete de prensa de Telefónica distribuyó el día de Nochebuena una nota oficial donde asegura que esta empresa jamás ha vendido datos de sus abonados.

La Agencia de Protección de Datos -organismo autónomo creado por ley en 1992- requirió en junio de este año a Telefónica Publicidad e Información que no continuase "cediendo datos no permitidos derivados del denominado Fichero Integrado de Abonados". Ante el incumplimiento por la empresa frente a los requerimientos de la Agencia, este organismo abrió un procedimiento sancionador el 1 de octubre pasado. Y uno más el 26 de diciembre, en este caso con la orden de que paralizara cualquier venta de datos de los abonados.

EL PAÍS intentó comunicarse ayer con el gabinete de prensa de la Telefónica a las 13.15, las 13.35 y las 13.55. Nadie contestó. Y a las 13.34, con Telefónica Publicidad e Información (339 6133), donde saltó un contestador. El mensaje de que se intentaba obtener una versión de la empresa sobre estas informaciones no fue atendido.