PSOE, IU y PNV acusan al Gobierno de beneficiar en el Senado a grupos de presión

El trámite presupuestario en el Senado se ha utilizado por el Gobierno para beneficiar a determinados grupos de presión, para hacer favores a unas regiones en perjuicio de otras, para modificar hasta 52 leyes y para eludir debates en el Congreso. En esta denuncia coincidieron ayer en el Congreso todos los grupos parlamentarios, salvo PP, CiU y Coalición Canaria. Pese a todo, los Presupuestos fueron ayer aprobados en el Congreso con los votos del PP, CiU, PNV y Coalición Canaria y el rechazo del PSOE, IU y Grupo Mixto.

Ante la avalancha de críticas al trámite presupuestario en el Senado, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, se limitó ayer a decir: "No comparto estos argumentos". El portavoz de Economía del PP en el Congreso, Ramón Aguirre, explicó que "no debe haber tanta farsa y tanta chapuza cuando los mercados financieros confían en estos Presupuestos"."¿Es que alguien pone en duda la capacidad legislativa del Senado?", añadió.Pese a dar su apoyo a estos Presupuestos, el primero en atacar al Gobierno fue el diputado del PNV Jon Zabalía. Llegó a calificar la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de "ley de lobbies [grupos de presión]" y puso en duda su constitucionalidad.

El diputado de IU Pedro Antonio Ríos coincidió en esta apreciación y anunció que su grupo recogerá firmas para presentar un recurso ante el Constitucional y, si no las consigue, acudirá al Defensor del Pueblo. Tanto Zabalía como Ríos pidieron la constitución. de una Oficina Presupuestaria en el Congreso para un mejor control parlamentario del gasto público.

Los diputados socialistas José Borrell y Luis Martínez Noval pusieron como ejemplo de ese beneficio a los grupos de presión el hecho de que se permita a los notarios aportar hasta un 40% de sus ingresos a su futura pensión privada (el 20% en el resto de los casos).

Calificaron de "chapuza" legislativa y de "burla al Congreso" la enmienda de 40 páginas incluida en el Senado para reorganizar Hacienda y otra de 30 páginas sobre la financiación de la Sanidad. Las nuevas inversiones para Aragón y Cataluña y la anulación de proyectos en Badajoz son, en opinión del PSOE, una muestra de "clientelismo político".

El hecho de que el PP tenga mayoría absoluta en el Senado ha provocado también alguna fisura entre el grupo popular y ClU. Ayer, en el Congreso, el PP tuvo que rechazar una enmienda de su grupo introducida en el Senado que imponía un IVA del 16% a las subvenciones a entes públicos y que perjudicaba al Gobierno de la Generalitat.

También tuvo que rechazar otra enmienda propia que eliminaba el requisito de autorización judicial para. los embargos por deudas fiscales. Igualmente, se dejó fuera de los Presupuestos la enmienda que permitía la privatización del patrimonio de las mutuas de accidentes laborales.

Finalmente, los Presupuestos de 1991y la Ley de Acompañamiento fueron ayer aprobados en el Congreso por la actual mayoría parlamentaria. El vicepresidente Rato negó, en contra de lo que aseguró el PSOE, que el déficit se haya incrementado en 90.000 millones de pesetas debido, sobre todo, al reciente acuerdo de la sanidad.

Rato explicó que los 83.000 millones de más para sanidad se obtendrán mediante mayores ingresos por el adelanto de devoluciones del IRPF a 1997 y por primas positivas de emisión de deuda pública. El diputado de CiU Francesc Homs, advirtió al Gobierno que el acuerdo de la sanidad "permite avanzar", pero debe dar lugar a nuevos pactos.

Los Presupuestos aprobados ayer prevén unos ingresos consolidados de las Administraciones centrales de 28,8 billones de pesetas y unos gastos de 30,4 billones. Las cuentas públicas para 1998 se basan en un crecimiento de la economía del 3,4% y un objetivo de creación de 318.000 empleos. El déficit público se reducirá hasta el 2,4% del PIB y la tasa de inflación se situará en el 2,1%. Rato destacó ayer que estos Presupuestos consolidan la recuperación económica con un objetivo temporal más allá de la incorporación al euro.