Nochebuena de los gitanos de Jerez

Entre los gitanos de Jerez es donde las celebraciones navideñas han arraigado de manera más fuerte y determinante, y donde por ello la adaptación de las músicas propias de estas fechas a los sonidos flamencos ha sido más estimable.Esta agrupación que lidera el guitarrista Manuel Morao hace bandera de ese espíritu y desarrolla un concierto que gira en torno a los dos géneros más propios de la Navidad jerezana: los villancicos y las bulerías. Villancicos populares andaluces, conocidísimos casi todos ellos, que son interpretados colectivamente, en ocasiones con voces solistas -y entonces suenan todavía más flamencos-, y a veces no. En cualquier caso, son siempre interpretaciones llenas de encanto y muy gratas de oír.

La segunda parte, la que se reserva al cante por bulerías, nos pareció más irregular. Demasiadas bulerías, en tandas individuales y larguísimas -más de 40 minutos, en total- de todos los cantaores, en las que por añadidura se injertaba mucho cuplé, en una simbiosis relativamente moderna que, se quiera o no, desvirtúa parcialmente el poderoso atractivo de las bellísimas bulerías de Jerez. Por añadidura, no todos los cantaores tuvieron la misma calidad y en el capítulo del baile ninguno de los que actuaron brilló más allá de lo convencional, ni siquiera el gran artista José Vargas El Mono.

Noche por todo lo dicho irregular, pero que sin embargo encantó decididamente al público.